En el año 1964, el Ayuntamiento que presidía el alcalde, Rodrigo Lozano de la Fuente, decidió cambiar las fechas de la Feria de San Julián del mes de septiembre al de agosto, o dicho de otro modo, adelantada por unos días. La Feria y Fiestas de San Julián, que venían celebrándose desde 1795, del 3 al 10 de septiembre, de forma reglada, era trasladada a la segunda quincena de agosto, sin unas fechas fijas. En ese 1964 la Feria se anunció del jueves 20 de agosto al viernes 28, con un cartel de Alfonso Cabañas en el que el torico conquense era la figura principal, rodeado de dibujos sobre hípica, deporte, música y, sobre todo, ¡los toros!
El alcalde explicaba a la opinión pública en el periódico Diario de Cuenca el adelanto de la feria, «siempre acomodada a la circunstancia de Cuenca»: «Tengo que insistir en la conveniencia de anticipar la feria. Primero, por la gente de Cuenca que más fácilmente en agosto está con nosotros. Segundo, porque de ordinario el mal tiempo es más probable en septiembre y crea los inevitables problemas a los espectáculos al aire libre. Tercero, para aunar la aspiración de que los Festivales de España complementen la Feria. Ahora, en agosto, hay más posibilidad».
Y aún abundaba el alcalde Lozano: «Además, lo que tanto nos supeditaba, las faenas agrícolas, no hay duda que con la mecanización se adelantan. Sin olvidar que no hay que respetar una fecha fija en el orden religioso tampoco, como un reflejo de la de San Julián, que muy bien puede anticiparse. También quedó patentizado el acuerdo tomado y la consulta que se hizo a organismos y entidades».
La Feria de San Julián cumple 60 'agostos'Lo que no decía el alcalde es que la feria de Cuenca iba a coincidir, a partir de entonces, con varias fiestas de la provincia.
REINA DE LAS FIESTAS. Las grandes novedades de la feria de 1964 las constituían el desfile de carrozas desde la Avenida de la Virgen de la Luz hasta el 'Real de la Feria', en la explanada de Sánchez Vera, la primera elección de la Reina y su Corte, y la coincidencia de los Festivales de España, en el Parque de San Julián.
Como gran acontecimiento anunciaba las fiestas el periódico Diario de Cuenca, que publicaba en la portada del viernes 20 de agosto la fotografía de las cinco guapas conquenses que formaban la Corte de Honor. Ellas eran Mari Carmen Ruipérez Polo como Reina, y María Amparo Sabau Portilla, María Luz López Moreno, Rosa María Murillo Herraiz y María Alicia Caraballo Ortiz, como integrantes de esa Corte de Honor, aunque en el diario aparecía en un par de ocasiones la palabra 'Corte de Amor'.
Una curiosidad: Rosa María Murillo y María Alicia Caraballo han sido las esposas de Miguel Forriol y Julián Cañamares, respectivamente.
Con todas las bendiciones festivas se recibía a la Reina y su Corte: «Gran acontecimiento para Cuenca, de singular realce. Que está llamado a constituir en los anales de las fiestas de la ciudad un hito de simpatía, de distinción y de acertada originalidad».
El último párrafo no tenía desperdicio: «Con la inauguración del ferial quedarán abiertas las Fiestas conquenses de los XXV años de paz». Como ven, se aprovechaba cualquier coyuntura para presumir de una paz acomodada a las circunstancias de la época.
el de 'los claveles'. Los toros siempre han sido el eje festivo de San Julián, pero en 1964 había problemas con la empresa. Un buen grupo de aficionados taurinos, comandados por Julián Garrote, crearon la Peña Taurina 'El Cordobés' en el Bar Los Claveles, e instaban al alcalde a echar una mano, ya que el contrato con la empresa Dominguín había expirado y el pliego de condiciones de arrendamiento de la plaza de toros había quedado desierto en dos ocasiones. ¿Habrá toros?
El alcalde, Rodrigo Lozano, movió ficha: «Ante el apremio de fechas y teniendo en cuenta el interés de proporcionar espectáculos taurinos de calidad para la feria, se tomó el acuerdo de ponerse en contacto con algunas empresas para llevar a cabo la confección de los festejos. La gestión culminó con un acuerdo con la empresa Sánchez Mejías, teniendo como base fundamental la actuación de El Cordobés, sin subvención por parte del Ayuntamiento, y sí tan sólo con la garantía de asegurar un setenta por ciento de entrada del aforo de la plaza».