Desafío de nota

Manu Reina
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Un mes después de la cita ordinaria, cerca de dos centenares de alumnos afrontaron la EvAU 'extra' de julio con optimismo para aprobar los exámenes o con el reto de mejorar la nota

Desafío de nota - Foto: Manu Reina

El cansancio de hincar los codos durante todo un curso pesa como una losa, mucho más en pleno mes de julio. Las altas temperaturas y las vacaciones de muchos tampoco ayudan. Pero no queda otra que pasar por la puerta del aula para rendir al máximo en este último esfuerzo. Es un desafío de nota, tanto que las calificaciones finales marcarán el devenir del futuro. Unos podrán estudiar aquello que siempre han soñado, mientras que otros tendrán que cambiar de planes. Todo dependerá de las puntuaciones que se obtengan en los exámenes, concretamente en materias como Lengua Castellana y Literatura, Inglés, Historia, Matemáticas, Diseño, Química, Historia del Arte o Dibujo Técnico, entre muchas otras. Cada estudiante hace sus encajes a razón de lo que vaya a estudiar el día de mañana. 

Así, 161 alumnos conquenses afrontaron de lunes a miércoles las pruebas extraordinarias de la Evaluación de Acceso a la Universidad (EvAU). Es la primera oportunidad para muchos de ellos tras haber recuperado las materias que no superaron en segundo de Bachillerato o una nueva intentona para aquellos que no pasaron del cinco en la EvAU ordinaria celebrada hace un mes. Incluso hay quienes vuelven a sentarse en el pupitre para mejorar la nota obtenida en esa misma cita, con el fin de poder obtener un resultado mejor que les permita cursar la carrera que tanto les apasiona. 

María Latorre, Mateo Amo y Tania Campillo son tres estudiantes que lo han dado todo en cada uno de los seis exámenes que han tenido por delante, sin olvidar la presión y los nervios que supone esta tradicional prueba. María espera «sacar una buena nota porque los exámenes que he hecho, se me han dado bien, aunque depende de la valoración de los profesores». Lo que está claro es que «son pruebas más fáciles que las que hemos hecho en Bachillerato». Esta alumna del IES Pedro Mercedes, al igual que el resto, está a la espera de la calificación final y espera «poder cursar Magisterio de Educación Infantil aquí en Cuenca, pero si no me da la nota o no me cogen, me tendré que ir fuera». Pero tiene la esperanza de que se cumpla su deseo.

Desafío de nota Desafío de nota - Foto: Manu Reina

Confianza. Mateo se manifiesta en la misma línea. Tras cursar Bachillerato en el IES Santiago Grisolía y recuperar Matemáticas y Física en junio, ha afrontado con «confianza» esta EvAU extraordinaria. Su sueño es «hacer la carrera de Arquitectura» y fija Toledo como «mi próximo destino, siempre y cuando pueda entrar». Es consciente de que esta prueba «es fácil de superar si llevas todo el curso al día», aunque «no es mi caso, porque no lo he hecho así pese a que sabía que había que hacerlo». No obstante, «confío en poder obtener buena nota porque me han salido bien todos los exámenes». Los resultados se harán públicos en las próximas horas.  

Por su parte, Tania Campillo, que cursó Bachillerato en el IES Julián Zarzo de Mota del Cuervo, incide en que «el balance general es bastante positivo y espero sacar buena nota porque tengo muy buenas sensaciones». Sin embargo, «es mejor esperar a que se hagan públicas las calificaciones para poder festejar o no». Esta joven tiene muy claro que quiere estudiar Medicina y confía en poder hacerlo y si no, «me meteré en Farmacia».

En el caso de Tania, al igual que el resto de estudiantes de la provincia, sí que han tenido que trasladarse a la capital para hacer estas pruebas para el acceso a la universidad, a diferencia de la prueba ordinaria, donde sí que hubo sedes oficiales en distintos municipios de la provincia. El motivo es evitar la aglomeración, teniendo en cuenta que si ahora son 161 alumnos, hace un mes se presentaron 847, de los cuales el 96,69% aprobaron. Y es que el porcentaje de éxito es muy elevado.

Con las pruebas extraordinarias de la Evaluación de Acceso a la Universidad se cierra el ciclo de este curso académico y los preuniversitarios ya echan cuentas para ver si finalmente podrán formarse en las ramas de sus sueños. La suerte está echada.