Toda patrona merece el cariño y el amor de todos los vecinos de la localidad y en Tarancón no iba a ser menos. La Virgen de Riánsares se engalana y prepara para su día grande bajo una extensa programación con la que se pretende aglutinar los distintos actos en torno a la 'madre de todos los taranconero' para ensalzar, aún más si cabe, la figura de la Virgen en un día tan especial. Bajo el lema 'Riánsares, un sentimiento común' y 'Nuestras Fiestas, un sentimiento común', se hace una gran campaña apara animar a vecinos y creyentes de la zona a participar en este día en el que se recuperan tradiciones perdidas desde hace 30 años como la ofrenda floral en presencia de una imagen de la Virgen.
Juan Castejón, concejal de Festejos, señala que uno de los principales eventos que llamaron la atención, el cambio de ofrenda, nace a raíz de las peticiones vecinales que asegura le iban comentando años atrás años.

«Nadie se había atrevido a dar el paso y yo recordaba con nostalgia lo que me contaban de aquellas procesiones, el año pasado no se hizo por falta de tiempo pero este era el definitivo», apunta el edil del cambio que afirma haber sido estudiado con la ayuda de los archivos históricos para ser «lo más certeros con la tradición», así como consensuado con diferentes colectivos y hermandades para engrandecer el 8 de septiembre. 

«La ofrenda varió mucho durante algunos años, durante la última etapa de los setenta y la década de los ochenta se hacía con la presencia de la Virgen; unos años la hicieron de día, otros de noche, fue una rotación continua», apunta el responsable del área de Festejos en relación a una tradición que desde 1994 no cuenta con la presencia de la imagen de la Virgen, y que contará además con una concentración previa a las seis de la tarde en las ermitas para comenzar con la ofrenda floral junto a grupos folclóricos de la provincia y de la región. La ofrenda arrancará a las siete menos diez de la tarde en la Plaza de la Constitución y contará con una estructura ubicada en el espacio que ocupa la fuente central en la plaza. «Los cambios sientan de diferente forma, hubo gente muy proactiva desde el principio y otros más reacios», argumenta el concejal animando a la participación.

Del mismo modo, hace un llamamiento a que la gente contribuya a confeccionar el manto de la Virgen con claveles rojos y de esa forma engalanar, junto con los adornos que asegura se instalarán por las calles aledañas, la zona del casco antiguo en este día tan especial. Además, afirman que en el recorrido la gente podrá participar de cualquier forma y con el código de vestimenta que consideren oportuno. «Las personas podrán ofrecer las flores vestidos con el traje de taranconero, de peñas, de mantilla, formal o incluso de calle», indica Castejón subrayando que lo importante es rendirle a la patrona un homenaje «como se merece». 

Una labor constante. Sin lugar a dudas, otro de los grandes protagonistas de este día es la Hermandad de Nuestra Señora la Santísima Virgen de Riánsares. Con gran entusiasmo y devoción, llevan días involucrados de lleno con los distintos actos como los novenarios en la parroquia de la Asunción. Francisco Arcas, presidente de la hermandad, comenta que son unos días de «mucha intensidad» para los más de 1.700 hermanos que velan por la patrona realizando diversos actos litúrgicos y cambios de manto, adelantando que el esperado día 8 la Virgen saldrá con su tradicional manto verde. 

«Son unos días emotivos para todos los taranconeros y vecinos independientemente de sus creencias», señala Arcas de unos sentimientos que traspasan y llegan a miles de personas de distintos rincones de la comarca. Del mismo modo, el presidente espera que esa devoción y entusiasmo se traduzca en una «alta participación» en los distintos actos que tengan a la Virgen como protagonista. «Este año tenemos la agenda algo apretada para el 8, conlleva todo mucho esfuerzo y lo importante es que salga todo bien para nuestra Madre», apunta Arcas de la extensa agenda preparada con la «mejor voluntad y actitud» y con los ingredientes principales de «amor y fe».