El día 8 de septiembre es, sin duda, el día más importante de las fiestas patronales. Una fecha que en esta ocasión trae importantes novedades como es el cambio de la ofrenda floral con la imagen de la Virgen de Riánsares y que trae consigo un homenaje a las cortes de honor comprendidas entre los años 1995 y 2005. De esta forma, aquellos representantes que vivieron muy de cerca las fiestas, podrán repetirlas con la oportunidad de sentir lo que sintieron en aquellos tiempos y poder quitarse la espinita de realizar la ofrenda floral como se hacía años atrás. El primer grupo que vio transformar esa ofrenda a la Virgen y se quedó con la miel en los labios fue la Corte de Honor del año 1995, que realizó dicha entrega de flores a la patrona en el Arco de la Malena. 29 años después volverán a tomar protagonismo en unas fechas tan señaladas y que ellas todavía recuerdan con mucho entusiasmo.
«Es un año que vives con mucho cariño, la ilusión te invade y también hay muchos nervios», afirma Raquel Párraga, la que fue la última Reina de Fiestas que tuvo la localidad, ya que la figura se suprimió en los años posteriores. Además, comenta que por aquel entonces la elección de las representantes juveniles por barrios se hacía al azar según criterio de las personas responsables. «Nosotras no nos conocíamos de por sí antes de ser damas, nuestro vínculo nació en las fiestas del 95... ahí nació nuestra amistad», afirma Raquel que conoció a Cristina Cortés, otra de las representantes juveniles, a la hora de comprarse el vestido para el acto de coronación de la reina. «Fue un año cargado de emociones en el que además estrenamos bastantes novedades», señala Cristina ya que, por ejemplo, su Corte de Honor fue la primera en estrenar el acto de recibimiento en la Virgen de la Cuesta de la Bolita.
Miriam Bermejo, que en su momento fue una de las 'damas' más jóvenes de la historia, comenta también el «nerviosismo» con el que afrontaron aquellas fiestas en las que pudieron bailar con Los del Río a ritmo de Macarena o cantar con la que fue la representante de España en Eurovisión en 1979, Betty Misiego. «Nos llevábamos muy bien entre todas, íbamos a tomar café a la casa de los representantes de la tercera edad y también teníamos buen ambiente con la corte infantil que entonces eran seis niños», comentan las amigas de unas fiestas que recuerdan disfrutarlas al máximo con la inauguración de una discoteca incluso entre el ajetreo propio de la agenda festiva.
29 años después. Echando la vista atrás recordando a los mayores que ya no están entre ellas o a los infantes que ahora ya son padres, afirman sentirse «muy emocionadas» de poder vivir de nuevo las fiestas «desde dentro». «Cada una hemos llevado ritmos diferentes, algunas ya no estamos en el pueblo pero el contacto lo mantenemos y la amistad que surgió entonces ya nadie la separa», señala la que fue reina del grupo de amigas formado «fruto del azar».
Ahora, repartidas por distintos puntos de la geografía española, siendo la más lejana su amiga Pilar desde Tenerife, visualizan estas fechas como un momento de reencuentro que vivirán con mucho entusiasmo. «Hace 29 años salimos de taranconeras a la ofrenda y ahora lo volveremos a hacer igual», apuntan las damas de lo que será un momento cargado de multitud de recuerdos y en el que podrán volver a rememorar aquellas fiestas de antaño que quedan en la memoria de los taranconeros.