El Concurso Nacional de Saltos de Cuenca, una de las citas hípicas competitivas más emblemáticas de España, está a punto de comenzar. Del 29 de agosto al 1 de septiembre, el recinto ferial La Hípica se convertirá en el epicentro ecuestre nacional, recibiendo a binomios de primer nivel y miles de aficionados.
Como ya ocurrió en la pasada edición, las inscripciones se han cubierto al completo, lo que demuestra el gran interés que despierta este concurso. Jinetes de la talla del olímpico Albert Hermoso Farras, Fernando de los Santos García, Ángel Cerdido Gastesi, Hugo Álvarez Amaro, Luis Márquez Méndez y Pedro Antonio Mateos Bernáldez junto a otros nombres del panorama ecuestre nacional e internacional, como son Charlotte Fievet, Maia Dylan Pictet y Ophelie Richard se darán cita en Cuenca para ofrecer un espectáculo deportivo de primer nivel.
"Estamos muy satisfechos con la respuesta de los jinetes", afirma Juan Fernández de Mesa, director técnico del concurso. "Tener las inscripciones completas nos permite dar un nivel de competición muy alto y ofrecer un espectáculo de calidad a todos los asistentes".
Uno de los grandes atractivos del Concurso Nacional de Saltos de Cuenca es su ambiente festivo y familiar. Las apuestas, una tradición muy arraigada en este evento, convierten las jornadas competitivas en una grata experiencia para todos los públicos. "Es uno de los pocos concursos donde aún se puede vivir de una manera tan intensa la equitación, además de disfrutar de un plan en el que puede participar toda la familia", señala Fernández de Mesa.
La organización, dirigida por el Club Cuenca a Caballo y la empresa Avanza, trabajan intensamente para que todo esté a punto para el inicio del concurso y su posterior desarrollo. Las instalaciones de La Hípica, al igual que sus pistas, se encuentran en perfecto estado gracias al esfuerzo de los voluntarios y al apoyo de las instituciones locales, como el Ayuntamiento de Cuenca, la Diputación y el consistorio de Tarancón. Este concurso, por lo tanto, se convierte en una cita ineludible tanto para jinetes como para el público general.