Los veranos más largos y las temperaturas máximas que elevan los termómetros a niveles nunca vistos están detrás del exceso de las muertes atribuibles al calor. Un verano más, el mercurio no da tregua y el impacto sobre la salud es mayor hasta el punto de que cada vez más se incrementan la muertes que se atribuyen a las temperaturas.
Según estimaciones del Instituto de Salud Carlos III, en lo que llevamos de verano en la provincia de Cuenca, la muerte de seis personas es debido a las altas temperaturas. No obstante, por ahora es un registro muy inferior al del año pasado cuando en todo el verano se contabilizaron 27 fallecimientos a lo largo y ancho del territorio conquense a causa de calor.
En concreto y según el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III actualizado ayer, se estima que en julio hubo cuatro fallecimientos y dos en agosto. A los seis fallecimientos contabilizados en verano hasta ahora hay que sumar otros dos más en este caso por la causa contraria, el frío, porque tuvieron lugar en enero.
En todo caso, seis de las personas que murieron por causas atribuibles a las temperaturas tenían más de 85 años de edad y las otras dos superaban los 65. Por sexo, dos de los fallecidos eran hombres y cuatro mujeres.
En lo que va de año, el MoMo ha observado 1.239 defunciones, ocho de ellas atribuibles a la temperatura. En 2023, que fue el año «más cálido registrado a nivel mundial y el segundo en Europa, se notificaron en la provincia 2.019 defunciones, 49 de ellas atribuidos a la extraordinaria subida del mercurio.
Pese a que ya se han padecido cuatro olas de calor en este verano, las consecuencias letales en Cuenca so inferiores en comparación con lo que ha sucedido en otras provincias de la región. Castilla- La Mancha. Hasta ayer, el Instituto de Salud Carlos III estimaba en 207 las muertes atribuibles al calor en lo que va de año, de las que 159 se produjeron este verano. Toledo aglutina la mitad de fallecimientos, con 81. A continuación se sitúan Ciudad Real (47), Albacete (13), Guadalajara (11) y Cuenca (6)
España registró 608 muertes atribuibles a las altas temperaturas en la semana en que comenzó agosto (del 29 de julio al 5 de agosto), casi el doble que la semana anterior (22-29 de julio), cuando se registraron 335, convirtiéndose así en la peor semana del año, según el Instituto de Salud Carlos III, informa Europa Press. Desde el comienzo del verano se registraron 1.308 muertes atribuibles al exceso de calor, habiendo contabilizado 765 en julio y 543 solo en los siete primeros días de agosto.
El verano de 2023, el MoMo identificó 3.009 defunciones atribuibles al exceso de temperatura a nivel nacional, siendo el tercer verano con mayor cifra de excesos de la serie 2015- 2023. En ese mismo año, las autoridades sanitarias autonómicas notificaron al Ministerio de Sanidad 24 fallecimientos por golpe de calor, con una media de edad de 53 años y una distribución por sexo del 87,5 por ciento en hombres y 12,5 por ciento en mujeres.