La UCLM ha logrado un proyecto de 1,3 millones que permitirá la creación de una cátedra en una de las áreas estratégicas como es el diseño de chips. Para hacer una idea de lo que significa esta cuantía, antes de la llegada de Indra a Ciudad Real, la escuela de Informática también logró otro millón de euros para un proyecto asociado con la empresa tecnológica Soluciona, que luego fue absorbida por Indra. La cuantía llega a través del llamado Perte Chip, del Gobierno de España, y con la colaboración de dos empresas Tecnobit, del Grupo Oesía, y Cojali. Se basa en una iniciativa que trabaja sobre una de las problemáticas de la pandemia, que demostró que es necesario tener anclada al territorio esta industria, para evitar, por ejemplo, los problemas que hubo con los suministros de chips para la industria automovilística. Por lo tanto, la repercusión de esta inversión se medirá en los próximos años.
Al frente de la propuesta se encuentra Juan Carlos López, catedrático de Tecnologías y Sistemas de Información de la UCLM, quien explicó que se trata de un programa que incluye investigación en la UCLM, investigación con empresas y una parte de formación. Para esta última se creará un Máster en Diseño de Sistemas Microelectrónicos basados en Arquitecturas Abiertas que supondrá contar con una base de personas formadas en estas infraestructuras y también cursos de especialización de corta duración, dirigidos a ingenieros, para conocer nuevas tecnologías emergentes.
«El Covid lo que ha puesto de manifiesto es la importancia que tiene el tener cierta soberanía tecnológica», recordó López, en declaraciones a La Tribuna, y de ahí viene el Perte del Gobierno de España. El catedrático recuerda que durante los años 90 hubo «un impulso muy grande» de esta industria. Por ejemplo, ATT tuvo una fábrica en Tres Cantos, en Madrid, dentro de lo que se llamó el plan microelectrónico nacional. Ese plan finalizó en la desindustrialización que se hizo en toda Europa y Estados Unidos, acabando Taiwán como la gran industria del chip. Allí se fabrican el 70%. Ahora se busca con el Perte español que un fabricante llegue a España y hay avances en que llegue un diseñador de chips o parte del proceso de su construcción a Málaga.
Más allá de esas líneas industriales, López explicó que otro aspecto de la propuesta española es actuar porque «no hay diseñadores, no hay ingenieros, que sepan abordar el diseño de chips» y hay se destina una parte de la financiación del Perte, con la creación de cátedras universitarias para formar ingenieros. «Las condiciones era que tenía que haber una parte formativa reglada, luego una parte basada en cursos y una parte también de investigación ligada a proyectos con las empresas». La UCLM logró las tres, gracias a que siempre ha mantenido «una cierta actividad ligada al diseño hardware» y de ahí nace la idea de lanzarse a por esta cátedra. De hecho, en el Perte participarán investigadores de los grupos de investigación Arquitectura y Redes de Computadores (ARCO) de la escuela de Ciudad Real y de Redes y Arquitecturas de Altas Prestaciones (RAAP) de Albacete.
Para las empresas, hablaron «con Tecnobit y con Cojali, quienes dieron su acuerdo en participar». Lo que hizo el catedrático de la escuela de informática de Ciudad Real es ver «qué estaban haciendo, cuáles podían ser sus necesidades y plantear la realización de cuatro doctorados iniciales», por lo que cuatro personas ligadas a la cátedra, van a abordar cuatro tesis doctorales en estas industrias. La cátedra tiene cuatro años para su desarrollo y «la idea es que la primera edición del máster empiece en septiembre».
López explicó que esta formación es «muy atractiva porque es muy transversal». «Un chip es la forma más eficiente de realizar una determinada funcionalidad», por ejemplo, el diseño de chips sirve para trabajar en el procesado de imagen médica o criptografía. Además, el chip debe ser eficiente porque «lo puedes miniaturizar» y tenga un bajo consumo. La UCLM es, de hecho, diseñadora de chips, lo han hecho en plataformas que se llaman FPAG, actuando con chips prefabricados para particularizarlos y que tengan una funcionalidad concreta. Estos dispositivos prefabricados permiten probar el diseño, porque el coste de fabricar un chip es elevado y deben hacerse muchos para ser rentables. «Ahora lo que tenemos que hacer es formar a la gente en estas otras herramientas que nos permiten el diseñar el chip y no solamente mapearlo».
López recordó la importancia que tiene para la UCLM ser una de las 17 universidades españoles que han logrado una de estas cátedras. No solo por la cuantía, sino también porque es una de las generalistas, en lograrlo, «Dentro de las universidades medianas pequeñas, somos, de las que más financiación hemos conseguido». Con la cuantía se contratará personal, se financiarán las becas predoctorales y estancias en el extranjero y se trabajará en una industria clave para el desarrollo europeo.