Las excavaciones que se desarrollan en la actualidad en el yacimiento de El Pino, en el término municipal de Carrascosa delCampo, han sacado a la luz nuevos restos fósiles, cerca de 300 piezas líticas, que pertenecen a restos del modo 1 (Homo Neardenthalensis) y modo 3 (Homo Anteccesor). Una vez reiniciada la campaña, que se alargará hasta finales de septiembre, los arqueólogos de Ares, Santiago Domínguez y Míchel Muñoz, y tres arqueólogos contratados gracias a las subvenciones de la Junta de Comunidades, constatan en estos primeros días de trabajo que «el yacimiento es rico y vamos a tener muchísimas piezas», explicó Domínguez.
Entre el material hallado se encuentran deshechos de las piezas encontradas y los núcleos, aún sin explotar, de donde proceden los cuchillos. «Vamos a poder reconstruir el proceso entero, la materia prima virgen hasta el final», expuso el arqueólogo, que añadió que «alguno de los elementos tienen golpes fallidos, que nos indican incluso cómo fueron realizados» El material modo 1 y las bifaces en modo 3 halladas demuestran que el área fue ocupada en los siglos posteriores, entre un millón de años del Homo neardenthalensis y los 900.000 mil años del anteccesor.
Métodos de investigación. Las piezas serán enviadas a la Universidad de Murcia y a unos laboratorios de Burgos, para su posterior estudio a través de técnicas de paleomagnetismo y termoluminiscencia. El investigador Ignacio Martín es el encargado de arrojar luz sobre la datación exacta de los restos fósiles. Una vez que finalicen las excavaciones y los estudios posteriores, se podrá conocer aproximadamente la datación de los hallazgos.
Todo el material hallado es llevado al laboratorio para tratarlo, clasificarlo, inventariarlo y dibujarlo y, posteriormente, es enviado a los técnicos que se encargarán de su investigación a través de los mencionados métodos. Posteriormente, los objetos se remiten al Museo Arqueológico de la capital conquense.
Ares continúa con la excavaciones en La Mancha (yacimiento de el Pinar de la Vega, en El Provencio) y en la Serranía (en Arcas), completando así las tres comarcas de la provincia conquense, que tienen como fin «el estudio del origen de la humanidad».
Las abundantes piezas halladas en esta campaña complementan las encontradas anteriormente, idénticas a las que se empleaban hace dos millones de años en África y que se utilizaron más tarde en el suelo conquense.