Doloroso y muy serio correctivo

Redacción
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El Conquense pierde de forma contundente (4-1) contra el Getafe B, líder de la categoría, tras cinco minutos de descalabro y pese a adelantarse en el marcador.

Doloroso y muy serio correctivo - Foto: Alfonso Fernández

Nada hacía presagiar, con el buen comienzo de la Balompédica, el funesto resultado que los de Rober Gutiérrez firmarían en tierras madrileñas. El Conquense comenzó adelantándose en el marcador a las primeras de cambio, en el minuto ocho de partido. Centro raso al corazón del área desde la banda izquierda de Raúl Caballero, y tras alguna indecisión, el más listo de la clase, Yuya, aprovechó para perforar la meta rival. Los blanquinegros sorprendían al líder de la categoría. 

A partir de ahí, el filial del Getafe ganó enteros y aunque el Conquense también tuvo las suyas, inclinó la balanza del campo a su favor, De hecho, tuvo que aparecer Álvaro Hormiga –que ya tiene la confianza del míster como titular– para salvar a los suyos en más de una ocasión. Lo que no pudo detener fue el penalti con el que el Getafe igualó la contienda en el minuto 40. En el descuento, Jairo Cárcaba pudo adelantar de nuevo al Conquense, pero lo evitó una enorme parada del portero rival. Tras el paso por los vestuarios, jarro de agua fría para los intereses de Cuenca. A escasos cuatro minutos de la reanudación, llegó el 2-1 por mediación de Jacobo, uno de los mejores del choque.

A los de Rober Gutiérrez les tocaba reponerse y reaccionar, pero nada más lejos de la realidad. Tres minutos después llegó el tercero del filial getafense. La losa ya era difícil de levantar y aquello parecía un imposible.

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En apenas diez minutos, Rober metió 'sangre' nueva en el césped. Primero entraron Joan Monterde y Luis Castillo por Héctor Rubio y Etxebe; y poco después, Titi y Jesusete por Marcos Recuenco y Bema Sina. El Getafe, sabedor de que lo tenía cerca, se dedicó a contemporizar su victoria y a la Balompédica le resultó imposible fructificar nada positivo. Es más, un exbalompédico como Coba hizo el 4-1 ya en el descuento para certificar un doloroso y serio correctivo. El 'palo' más duro de lo que va de curso.