Miles de personas han salido este domingo a las calles de las principales ciudades israelíes para secundar las convocatorias para exigir al primer ministro, Benjamin Netanyahu, un acuerdo para la liberación de los rehenes que retienen las milicias palestinas en la Franja de Gaza, unas protestas avivadas por el hallazgo la última noche de los cadáveres de seis de los secuestrados en el sur del enclave palestino.
La concentración más numerosa ha sido una vez más en el centro de Tel Aviv, donde los manifestantes han llenado las calles adyacentes al cuartel general de las Fuerzas Armadas israelíes en lo que los medios israelíes auguran que será la mayor movilización desde el inicio de la escalada bélica en la Franja de Gaza.
En la manifestación se han exhibido los ataúdes simulados de las seis últimas víctimas israelíes del conflicto, todos ellos cubiertos con banderas israelíes.
Poco más tarde los manifestantes han irrumpido en la autopista Ayalon, punto frecuente de enfrentamientos con la Policía, que en esta ocasión no ha podido impedir el corte por la presencia de miles de personas en la calzada.
Los asistentes han llegado a incendiar objetos en la autopista para forzar la paralización del tráfico. En algunos puntos los agentes se han enfrentado a los manifestantes, pero no parecen tener los efectivos suficientes para frenar a la multitud.
Finalmente los agentes han empleado granadas aturdidoras y han cargado contra los manifestantes. La diputada del Partido Laborista Naama Lazimi ha resultado afectada por una de las granadas aturdidoras, informa la prensa en hebreo.
Mientras, en Jerusalén, la manifestación ha sido frente a la sede de la Knesset o Parlamento israelí, donde han anunciado además una nueva protesta para el lunes a las 12.00 horas, coincidiendo con la reunión del Consejo de Ministros.
"Miembros del Gobierno: vais a aprender por las malas lo que es importante para esta nación. No vais a tener ni un momento de silencio", ha advertido uno de los convocantes, según recoge 'The Times of Israel'.
Anoche, ya miles de personas tomaron las calles de Tel Aviv para protestar contra Netanyahu y su Gobierno de extrema derecha, demandando elecciones anticipadas y la firma de un acuerdo de tregua con Hamás que permita la liberación de los 97 rehenes (de los cuales un tercio ha muerto) que siguen cautivos en Gaza.
Pero la mecha se encendió aún más este domingo cuando el Ejército israelí confirmó que los cadáveres que recuperó anoche de un túnel en el sur de Gaza corresponden a los de seis rehenes -cuatro hombres y dos mujeres- que Hamás secuestró en su ataque del 7 de octubre.
"Estaban vivos. Netanyahu y el gabinete de la muerte decidieron no salvarlos. Todavía hay rehenes vivos allí, todavía se puede llegar a un acuerdo. Netanyahu no lo está haciendo por razones políticas", lamentó el líder de la oposición, Yair Lapid quien llamó a los empresarios y autoridades locales a una huelga general.
El alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, avanzó que su ciudad estará en huelga mañana lunes en apoyo a las familias de rehenes.
"No habrá recepción de público [en nuestras oficinas] y permitiremos que todos los empleados salgan a apoyar la lucha de las familias", dijo.
También los alcaldes de Givatayim, Ran Kunik; y de Kfar Saba, Rafi Saar, anunciaron que se suman a la huelga con el cierre de sus oficinas municipales.
Lapid, líder del partido Yesh Atid, exigió una sesión especial en el Parlamento israelí (Knéset) para discutir un nuevo acuerdo de tregua con Hamás, como el pactado en noviembre pasado y que permitió la liberación de 105 rehenes a cambio de 240 palestinos presos en cárceles israelíes.
Sin embargo, la cámara israelí está en receso hasta finales de octubre y una sesión plenaria ordinaria requeriría el apoyo de al menos 25 legisladores; y para exigir la asistencia de Netanyahu se necesitan 40 legisladores.
Para los familiares de los rehenes, sus allegados estarían vivos si Netanyahu hubiera firmado un pacto con Hamás, al que la mayoría en su gabinete se opone.
"Quienes asesinan a secuestrados no quieren un acuerdo", replicó el primer ministro en un mensaje grabado, poco antes de pedir "perdón" a la familia de uno de los rehenes muertos.
Las negociaciones de un alto el fuego que permita la liberación de los rehenes que quedan en Gaza cayeron en punto muerto entre acusaciones cruzadas de añadir nuevas demandas a la propuesta de tregua que extendió Estados Unidos en mayo.
Los sindicatos irán a la huelga general
El presidente de la Histadrut, el sindicato más importante de Israel, ha anunciado este domingo una huelga general que comenzará a las 06.00 del lunes en todo el país para forzar al Gobierno israelí a que alcance un alto el fuego con Hamás y facilitar así la liberación de los rehenes en manos de las milicias palestinas.
"El acuerdo es ahora mismo lo más importante que hay", ha declarado el presidente del sindicato, Arnon Bar-David, máximo responsable de la Federación General de Trabajadores de Israel, antes de denunciar que el acuerdo de alto el fuego con Hamás, a tenor de las conversaciones que ha mantenido con muchos responsables de las fuerzas de seguridad, parece estar bloqueado "por consideraciones políticas".
Este comentario hace referencia a las acusaciones vertidas durante los últimos meses por los críticos del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien acusan de obstaculizar constantemente las negociaciones para un alto el fuego en Gaza para satisfacer a sus ultranacionalistas socios de gobierno, quienes exigen la destrucción de Hamás a costa de las vidas de los rehenes, denuncia la oposición.
"He llegado a la conclusión de que solo nuestra intervención puede convencer a los que necesitan ser convencidos. Mañana, a las 06.00 de la mañana, el mercado laboral entero comenzará la huelga", ha anunciado Bar-David, máximo responsable de una institución central que aglutina a 28 sindicatos del país.
El aeropuerto internacional de Ben Gurion también paralizará sus operaciones a partir de las 08.00 como gesto de solidaridad con la huelga.
Bar-David ha animado igualmente a la población a que salga esta noche a las calles del país en la protesta masiva que está organizando este foro de las familias, prolegómeno de lo que esperan como "un cierre total del país". De momento, varias decenas de personas han comenzado ya a reunirse frente a la oficina del primer ministro israelí en Jerusalén entre gritos de "Acuerdo ya" y "Maldito seas, Netanyahu, por abandonar a los rehenes.
El presidente del sindicato también participará en la manifestación y dará detalles sobre las condiciones de la huelga general, la primera en el país desde el estallido de la guerra contra Hamás y la primera también declarada por Histadrut desde la de marzo del año pasado, en esa ocasión contra la polémica reforma judicial impulsada por Netanyahu.