Ese gesto cotidiano de tirar la bolsa de basura al contenedor verde oscuro, ese al que van los residuos que no pueden ser reciclados, parece que va en aumento en la capital conquense, a tenor de las últimas cifras que ha arrojado el servicio municipal de recogida de residuos sólidos urbanos al cierre del pasado ejercicio 2024.
Y es que la capital ha superado en el último año la barrera de los 19 millones de kilos de este tipo de residuos urbanos, en concreto, 19.164.384 kg, lo que supone 218.734 más que en el ejercicio anterior y, por lo tanto, un incremento interanual del 1,6%, según los datos facilitados a La Tribuna por el propio Ayuntamiento.
En consecuencia, cada conquense ha generado una media de casi 360 kilos de basura en todo el año; eso sí, si solo se tienen en cuenta a las 53.429 personas empadronadas en la ciudad en este periodo, aunque, de todos es sabido, que los residentes reales superan esa cifra con creces, por lo que esa media es relativa y se situaría bastante más por debajo.
- Foto: Elaboración propia.Aun así, la verdad es que se constata una mayor generación de esos residuos que van al contenedor verde oscuro, puesto que los de los otros contenedores, ya sean cartón y papel, vidrio o envases, son gestionados por la Diputación Provincial.
Valoración. El concejal de Medio Ambiente, Alberto Castellano, no duda en valorar positivamente el funcionamiento del servicio de recogida y transporte de residuos urbanos durante el pasado ejercicio 2024.
Un año en el que, según recalca, «se ha aumentado el número de contenedores, puesto que se han ido colocando en zonas con viviendas de nueva construcción y en aquellos puntos donde se nos ha demandado por los ciudadanos».
- Foto: Elaboración propiaDe hecho, aclara que «aún tenemos que instar algunos más, pero estamos a la espera de que nos llegue la remesa de nuevos contenedores que se ha encargado». En la actualidad, la capital dispone de en torno a 700 contenedores verdes oscuros, de los cuales 450 son de carga lateral y los 250 restantes de carga trasera.
Castellano llama la atención sobre el «excelente trabajo que viene desarrollando el personal del servicio, que está haciendo esfuerzo monumental, sobre todo en algunos barrios con los accesos más complicados, como el Casco Antiguo, Tiradores o San Antón, que resuelven adecuadamente». De hecho, recalca que «tenemos pocas quejas, pero las que hay, como las relativas al deterioro de las tapas o pedales de los contenedores, se suelen solventar enseguida».
Más cifras. Octubre se sitúa a la cabeza en volumen de basura recogida, con 1,7 millones de kilos, además de ser el principal responsable del incremento anual registrado en 2024, puesto que esta cifra supera la del mismo mes del año anterior en casi 180.000 kilos, un incremento interanual del 11,4%.
Octubre ha compartido 'responsabilidad' en esa mayor generación de basura con febrero, que registró 103.000 kilos más que el año anterior, un 7,4%, y con agosto, donde el volumen de residuos aumentó en 95.680 kilos hasta los 1,62 millones, la tercera cifra más alta del año, por debajo de noviembre, con 1,63.
Contenedor marrón. Por otro lado, el Ayuntamiento tiene hasta el 31 de marzo de 2026 —es decir, algo más de un año— para implantar el servicio de recogida selectiva de biorresiduos, los conocidos contenedores marrones, y ejecutar así la ayuda de 678.752,10 euros concedida para tal fin por la Consejería de Desarrollo Sostenible.
Desde la Concejalía de Medio Ambiente, su titular, Alberto Castellano, lo tiene claro y asegura a La Tribuna que «se implantará a tiempo». Si bien explica que todo depende de que la Diputación acometa una reforma en su planta de tratamiento para la gestión de este tipo de residuos; algo que «ya tiene presupuestado y que tiene intención de llevarla a cabo lo antes posible».
Y es que, tal y como subraya, «ahora, supondría llevar los biorresiduos a la planta de Belinchón y eso resultaría carísimo», máxime cuando se prevé que se vayan a recoger unos 5.000 kilos diarios.
A esto se suma el problema de que la ayuda contempla la adquisición de un camión de biogás para la recogida y «no hay punto de recarga para este tipo de combustible en la ciudad ni su entorno, el más cercano está en Motilla, de ahí que estemos negociando para sustituirlo por uno eléctrico», concluye.
Recordar que este servicio conllevará la instalación en la ciudad de 470 contenedores marrones.