Los matadores de toros Miguel Tendero y Alejandro Peñaranda y el novillero Aarón Infantes fueron los protagonistas de un coloquio que gozó de un excelente ambiente en Mota del Cuervo. El pasado fin de semana se celebraron las IV Jornadas Taurinas Moteñas, organizadas por la Asociación Cultural Taurina de Mota del Cuervo, siendo moderados por Alberto Núñez. El acto comenzó con las palabras de agradecimiento de la presidenta de la Asociación, Leonor Manjavacas, quien expresó su gratitud a todos. Además, al ser sus primeras jornadas en el cargo de presidenta, destacó que, aunque se trataba de una gran responsabilidad, le hacía una enorme ilusión afrontar el reto.
Miguel Tendero repasó su trayectoria, destacando momentos clave como el indulto en Barcelona del toro Rayito, de Valdefresno, en 2010, tan solo cuatro días después de que el Parlamento catalán prohibiera la tauromaquia en su territorio. También habló de su alternativa en Madrid, donde consiguió triunfos importantes, de diferentes percances que ha vivido, de su relación con Perú y de su carrera actual que, aunque no está siendo fácil, reconoció que sigue teniendo una máxima ambición de triunfo.
El público también tenía ganas de escuchar a Alejandro Peñaranda, el torero de Iniesta, que tiene por delante compromisos importantes como la Copa Chenel y su confirmación de alternativa en Madrid. Se mostró con mucha ilusión y serenidad ante estos desafíos, siendo consciente de la gran oportunidad que tiene por delante. Reconoció sentirse muy orgulloso de ser conquense y de abanderar la tauromaquia en la provincia. Recordó con nostalgia sus primeros pasos y el apoyo fundamental de su familia en su carrera.
Por su parte, el novillero con picadores Aarón Infantes confesó su anhelo de hacer el paseíllo en Las Ventas. La pasada temporada pudo debutar en la Maestranza de Sevilla. Además, destacó sus triunfos en diferentes plazas, que le han abierto las puertas en Francia.
El acto concluyó con una exposición de fotografía taurina a cargo del fotógrafo Alberto Núñez, seguida de un vino de honor. Fue un evento que ensalza la afición a los toros en Mota del Cuervo, con un lleno en el emblemático edificio de La Tercia.