Ideas y anécdotas de Federico Muelas

Óscar Martínez Pérez
-

Ideas y anécdotas de Federico Muelas

La figura de Federico Muelas siempre nos tiende su mano (y ahora, que se acerca el medio siglo de su desaparición, más) para su memoria y su obra. Tenemos conocimiento amplísimo sobre la obra humana y literaria de Federico de la mano del otro gran periodista y poeta conquense Florencio Martínez Ruiz, y tenemos también la suerte de que sus amigos y compañeros de oficio guardaron como verdaderas reliquias sus conversaciones, charlas e «improvisaciones y sus bla bla bla circenses»…

El carácter y la obra de Muelas, a veces, se aflojaban de su seriedad y profundidad para dar una dimensión más circense y humorística del genial conquense. En sus tarjetas de visita ponía «Titiritero» y espigando al azar la hemeroteca madrileña de los años cincuenta, encontramos muchas notas, referencias y anécdotas enjundiosas sobre el poeta y sus mil y una iniciativas.

Cuenta el periodista Eugenio Serrano de su amigo Muelas, que en uno de los muchos viajes organizados por él para que los escritores, poetas y artistas conocieran la ciudad y sus encantos, Federico lanzó la idea de que Cuenca fuera residencia para escritores y artistas españoles. Del proyecto se encargaría el entonces joven arquitecto (que ya había restaurado la Catedral de Sigüenza) Antonio Labrada, que llegó a proyectar un espectacular palacio sobre un espolón roquedo asomado a la hoz del Huécar…

Clemente Pamplona, hablando de Muelas y del gran trabajo de propagandista de nuestra ciudad que fue, recordaba el día en que el poeta llevó a Madrid cientos de folletos sobre la Semana Santa conquense escritos por él. En un momento dado, Federico empapeló varias calles madrileñas con los carteles y folletos semanasanteros con el engrudo que él mismo había fabricado en su farmacia. 

En otra ocasión, estando Muelas en su farmacia preparando las fiestas de Pascua, se le ocurrió escribir unos versos a modo de publicidad, pero sin intención de imprimir o publicar… Los versos decían: ¿No tiene la medicina que le prescribe el doctor? Pues cómprela usted, señor, en la farmacia Gravina. Los empleados de la farmacia hicieron,  sin decírselo, tarjetas con el 'versito' que ofrecían a todos los clientes de la botica.

'El bardo de Contrebia', además de grandísimo poeta y escritor, fue un pintor sensible y original. Muelas tuvo la feliz idea de organizar, dentro de la Bienal Hispanoamericana de Arte, exposiciones de dibujos y pintura de escritores que pintasen o dibujasen. Junto al mismo Muelas, expusieron sus dibujos y pinturas Cela, Chicarro, Crespo, Labordeta, Alonso Carriedo, Luengo, D'Ors, Ruano, López de la Torre, Trenas, Del Valle, e incluso Buero Vallejo.

Muchas fueron las ideas y proyectos de Muelas para Cuenca. En una ocasión, estando en Tarancón con un nutrido grupo de poetas, se le ocurrió crear un grupo denominado 'Los amigos de Tarancón', integrando en él a todo aquel que demostrase ser amigo de la localidad manchega. El Ayuntamiento de Tarancón también aceptó la idea federiquiana de crear un Patronato Duque de Riánsares que habría de poner los puntos sobre las íes sobre «este simpático» personaje, reuniendo los recuerdos en un museo de cuando la ciudad era denominada 'la corte manchega'.

En uno de los muchos homenajes en los que participó Federico Muelas a lo largo y ancho de la geografía cultural española, concretamente el que se dedicó a Prats, Marrero y Colina, el conquense tuvo que subir el tono de voz, casi hasta el grito, por la grandiosidad del ámbito y el ruido de la celebración contigua, una boda popular y multitudinaria. Muelas logró que desde la mesa que ocupaba se oyesen muy bien sus sentidas palabras de ofrecimiento hacia los ilustres literatos.

En una enjundiosa entrevista del periodista conquense Leandro de la Vega en el periódico Nueva Rioja (1961) con motivo del galardón recibido por el mejor guión cinematográfico del concurso promovido por el Sindicato Nacional del Espectáculo, Muelas repasaba su incursión en el cine, diferenciando claramente su labor literaria con su participación en guiones, documentales y películas. El recuento es de veinte guiones, de los que diez se han llevado a la pantalla; una docena de documentales, de los que tres se han realizado, como el titulado Ciudad Encantada emitido en el NO-DO, bajo la dirección de An Wander. 

Muelas, en la entrevista, destaca sus películas Don Juan ida y vuelta, finalista del mismo concurso convocado tres años antes y escrita junto a sus amigos Pamplona y Vasallo y, la otra, C de Oro, filme que Muelas situó como la primera película española realizada sobre volovelismo (vuelos sin motor) y otras películas como Pasos, Las novicias y Kilómetro12, entonces en pleno rodaje… Otros guiones premiados anteriormente fueron Una huella en tierra firme, en colaboración con Ángel Marcos y el ya citado Las novicias, escrita al alimón con Vasallo y Manfredi.

El fino y recordado periodista de la Vega, le preguntaba al poeta sobre lo que estaba haciendo en ese momento relacionado con el cine; Muelas le explicó que tenía entre manos un guión para una película dirigida por el gran director argentino, Enrique Carreras, en lo que sería una adaptación de una comedia de Ramón Carrión, que seguramente interpretaría Alberto Closas o Fernán Gómez. Pocas semanas antes, nuestro ilustre poeta había terminado un guión que interpretó Marujita Díaz en el largometraje musical Abuelita Charlestón.

Estando en una de tantas reuniones con amigos, en este caso con Fernández Rua, el chileno Oyarzun, Francisco Mota y otros más, le recordaron a Muelas la broma que le gastó el dibujante enconquensado Lorenzo Goñi, caricaturizándole como el doctor de un «suceso pintoresco». A Federico no le gustó del todo la broma y afirmó que no quería dejar caricaturas, sino mármoles y bronces… En esa misma velada, anunciaba que haría una capilla en su Hocino dedicada a la Anunciación de la Virgen, recogiendo las versiones plásticas más famosas del misterio, acompañadas de poesías dedicadas a la Anunciación.