«Quiero que la devoción a la Virgen de la Luz vaya a más»

José Luis Enríquez
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El secretario de la Hermandad de la Virgen de la Luz, Antonio Carrasco, que deja el cargo tras más de dos décadas, subraya la emoción que siente con los actos del 75 aniversario de la coronación de la alcaldesa honorífica de la capital

"Quiero que la devoción a la Virgen de la Luz vaya a más" - Foto: Reyes Martínez

La Hermandad de la Virgen de la Luz vive un año especial. El motivo es la celebración del 75 aniversario de la Coronación la Virgen de la Luz, una conmemoración en la que la hermandad se vuelca para honrar a la alcaldesa honorífica de la capital con actos como la exposición que se puede visitar en la Diputación. 

Precisamente, en un año tan simbólico, el secretario de la Hermandad de la Virgen de la Luz, Antonio Carrasco, está a punto de dejar el cargo.  Después de más de dos décadas al frente llega la hora del adiós. Lo hace con la satisfacción del deber cumplido, el deseo de que siga creciendo la devoción hacia la patrona de la ciudad entre los conquenses y el anhelo de que «se dejen de poner trabas» a la hermandad, «porque he tenido muchas». 

Echemos la vista atrás. ¿Cómo surge su devoción por la Virgen de la Luz? 

Hace muchos años, más de 40. Aunque soy de Madrid, me considero de Cuenca porque llevo 57 años. La Virgen de la Luz siempre ha sido digna de mi devoción. Cuando me casé, no podía hacerlo allí porque tenía que ser de donde vivieras. Tenías que casarte en la iglesia de donde eras. Yo vivía en el barrio de Tiradores y me casé allí. Tuve tres hijos. Le prometí una cosilla a la Virgen de la Luz, que si me daba una nena, me hacía de la hermandad. Y cuando mi mujer se quedó embarazada, pasé por allí y le dije: 'Voy a por la chica'. Y efectivamente vino una chica preciosa, maravillosa, inteligentísima, muy maja y que es bancera de la Virgen de la Luz.

¿Cuándo tomó el cargo como secretario? 

Fue en 2003. Me llamó don Ángel [párroco de la Virgen de la Luz] y me dijo que sabía que yo había estado de secretario en la Virgen de las Angustias. Y me dijo que a ver si me podía hacer cargo de la Virgen de la Luz porque la hermandad estaba deshecha totalmente. Lo que le dije es que iría a verla, pero que lo que no puedo es hacer milagros. La verdad es que había un desastre, llevaban dos o tres sin cobrar la cuota, tampoco había relación de hermanos ni hermanas... Me cedió una habitación, compramos muebles, un ordenador y me puse a ello. Me llevó muchas horas. Le dije que me hacía cargo de la hermandad con la condición de que la Virgen de la Luz salga en procesión por Cuenca. Y así fue. Hablé primero con el Ayuntamiento, que se portó muy bien, con la cantidad que nos dio encargamos unas andas y salimos en  2008. Además, pedimos un donativo al pueblo de Cuenca, que se portó de maravilla. Con todo eso adquirimos las andas, hicimos un guion nuevo, dos estandartes, hicimos dos réplicas de la Virgen de la Luz, una que es la que sale el día 31 de mayo en el Rosario de la Aurora, que entonces salía Santa Teresa, y ahora nos ha llegado una de la Virgen de la Luz.

 ¿Cree que ha contribuido a frenar  ese cierta sensación de desapego de los conquenses hacia su patrona? 

De eso habría mucho que hablar.  Hay algunas personas que no quieren. Y no sé por qué. Pero sí, nos ponen muchísimas trabas Y ese es el motivo por el cual me voy este año de secretario, tras 22 años.
Celebran la asamblea el día 7 de junio y renuevan los cargos de la junta directiva.

¿Espera que haya un cambio generacional?

Por supuesto. Quiero que esto vaya a más y que la devoción a la Virgen fuera a más todavía. Yo dije que no me iba de la secretaría hasta que cada conquense no tuviese algo de la Virgen de la Luz en su casa. Pero bueno, me tengo que ir antes porque las circunstancias son las que son.

Ahora que va a dejar el cargo, ¿cree que ha cubierto todos sus objetivos?

Me hubiera gustado haber hecho más cosas. Nunca te das por satisfecho, pero creo que me marcho con el deber cumplido. Se han hecho muchas cosas y la hermandad ha subido varios peldaños. ¿Que yo hubiese querido que se subiera tres? Obviamente. Hemos hecho todo lo que hemos podido.

¿Qué desea a la hermandad en el futuro? 

Estoy satisfecho de todo lo que hemos hecho y lo único que quiero ahora es que se sigan haciendo cosas, más todavía y que se siga subiendo a ver a la Virgen. Creo que los conquenses le tenemos mucho que agradecer a la Virgen. En mayo de 1736, gracias a la Virgen, desapareció la peste en Cuenca. Y ese es el motivo por el que el día 31 de mayo el Ayuntamiento hace una misa a la Virgen de la Luz. 

¿Qué es lo que le hubiera gustado conseguir? 

Eso es muy difícil, porque eso ya corresponde al Ayuntamiento y a la parroquia. Pero una cosa muy bonita que hubiésemos querido conseguir es cuando se sube al camarín a besar el manto de la Virgen, ahí se podía haber hecho otra puerta porque es muy estrechito y se sube y se baja por el mismo sitio. 

¿Qué significan para usted, después de más de dos décadas como secretario, los actos del 75 aniversario de la coronación de la Virgen de la Luz?

Una alegría enorme. Hemos trabajado muchísimo. He echado muchos días para hacer la programación. Se ha hecho la revista, que me parece extraordinaria, la presentación del cartel, que no se había hecho nunca, y resultó muy bien. Ahora acabamos de inaugurar la exposición en la Diputación, que se ha portado muy bien, igual que el Ayuntamiento y la Junta de Comunidades. Es una exposición preciosa.

¿Es un sueño cumplido? 

Efectivamente. Es un sueño cumplido. Permite que todos los conquenses vean lo que tiene la Virgen de la Luz, tanto en su camarín como los conquenses en sus casas, porque hay muchas piezas que gustosamente nos las han dejado. 

¿De las piezas que se exhiben cuáles son las que más le llaman la atención o emocionan? 

La corona, obviamente. La corona y el manto que estrenó el día de su coronación, donado por el ayuntamiento. La corona se hizo gracias a todas las donaciones de los conquenses. O sea, que la corona es de los conquenses, que la luce con gran esplendor. Y luego hay algunas cosas que están muy bien, que son muy antiguas. Por ejemplo, un cuadro de la Virgen de la Luz que tiene el párroco en la sacristía y nos lo ha donado para la exposición. Otro cuadro muy bonito, pintado por don Emilio Díaz, que es propiedad de Cristo de la Luz. Hay cosas muy bonitas.

Este año, la procesión se adelanta al día 24 de mayo. ¿Por qué se ha tomado esta decisión? 

Se ha tomado porque el día 31 es el día de Castilla-La Mancha y el día 1, de la Virgen de la Luz. Hay un puente todos los años que nos hace polvo y se va toda la gente de Cuenca. Pensamos que es para que tenga mayor esplendor, ya que junto a la Virgen de la Luz desfilarán, si Dios quiere, Nuestra Señora de las Angustias y Nuestra Señora de Riánsares, que viene de Tarancón. Decidimos hacerla una semana antes para que los conquenses puedan verla. Lo acordamos en junta y creo que ha sido un acierto.

¿Hay gente que piensa que la tradición es la tradición y que tiene unas fechas que hay que respetar?

La tradición sigue siendo la tradición y se va a romper en el 75 aniversario para que se recuerde más todavía. A partir del año que viene, obviamente, la junta que entre la hará el día 1 de junio.

No es definitivo este cambio...

Es solamente para este año. Por lo menos, es lo que se dejó y está escrito en un acta de la Junta de Diputación. 

El apoyo de las instituciones es fundamental para ustedes, ¿no? 

No cabe la menor duda, porque nosotros somos una hermandad muy pobrecita. No tenemos ningún ingreso excepto los cinco euros que pagan los hermanos. Y de ahí  tenemos que tener para las flores, para todo... No seríamos capaces de sufragar los gastos si no fuese por las instituciones que nos ayudan. 

Otro de los actos significativos de este año es la procesión del día 17 de mayo en San Clemente. ¿Cómo surgió? 

Don Vicente, que es el presidente de la Hermandad de Nuestra Señora de Rus, y el sacerdote vinieron a hablar con nosotros para decirnos que querían reunir a todas las vírgenes que sean alcaldesas de su ciudad o de su pueblo, y que le gustaría que participase la Virgen de la Luz que la alcaldesa de honor de capital. En la junta se acordó que el día 17 de junio, a las tres de la tarde, saldremos de aquí con un camión para llevar la imagen y un autocar que pondrá la hermandad. Los gastos los sufraga el Ayuntamiento de Cuenca.