Dentro lo viejo y fuera lo nuevo. ¿O era al revés? Los coches actuales son mucho más cómodos y muchísimo más seguros, pero la esencia del arte de conducir se ha perdido por completo. Los conductores son meros invitados en un máquina con los últimos avances y este progreso, imparable y absolutamente necesario en pro de la seguridad y la eficiencia, ha hecho que se pierda parte del romanticismo que rodeaba cada trayecto, algo que conservan los coches antiguos y clásicos. 

La Asociación de Coches Clásicos de Tarancón y Comarca es una agrupación que nace con la intención de reunir a esos amantes del 'purismo automovilístico' y crear una comunidad. Fundada en 2008, cuenta ahora con 65 socios provenientes de Tarancón y de alrededores. El secretario de esta asociación, Jesús Grande, cuenta que «unos pocos vecinos teníamos inquietudes sobre coches clásicos y propusimos juntarnos de vez en cuando. Empezamos a hacer quedadas, cada vez hacíamos más actividades, se iba apuntando más gente y hasta ahora». Esta asociación, sin ánimo de lucro , se dedica a distintas actividades como acudir a concentraciones, también hacen salidas e incluso organizan encuentros con otros aficionados en la ciudad. Según explica Grande, «somos una asociación activa, el último domingo de cada mes hacemos una salida. Quedamos, decidimos el destino y nos echamos a la carretera, esto nos permite disfrutar de lo que más nos gusta, conducir estas joyas sobre ruedas y además los compaginamos con turismo y visitas».  Lo tienen todo pensado: «Estas actividades, los viajes, las salidas, las organizamos sobretodo para unir nuestra afición con el turismo, socializar, pasar tiempo con la familia porque esto es algo que tenemos muy en cuenta». Nadie se queda fuera. Esta asociación está hecha para que nadie se quede en casa, «hacemos un descuento cuando en vez apuntarse una persona, se apunta el matrimonio. Esto es una iniciativa para animar a las mujeres de los miembros e implicarlos a todos». Y es que, a pesar de ser unos 'clásicos', las riendas de la asociación las lleva una mujer, la presidenta es Carmen de la

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Torre e incluso la vicepresidente también es una mujer. Con ellas, «esta asociación va sobre ruedas», afirma el secretario. Para ser miembro es necesario pagar la cuota de 30 euros al año y tener un vehículo ya sea moto, coche o cualquier otro, de más de 25 años. «Hemos tenido hasta tractores», apunta Grande.
«La magia de esta asociación es la pasión por los coches clásicos», explica con emoción este socio que además afirma que «la sensación al conducirlo, el olor, el funcionamiento… no hay nada parecido». Esta afición, por lo visto «es algo que se hereda, comienza cuando tu padre o tu abuelo tienen un vehículo clásico y como en nuestro caso, en vez de querer uno nuevo, quieres cuidar y arreglar el viejo».