El resultado de años de minucioso trabajo y dedicación, rodeada de centenares de documentos, tiene como resultado Mil años de Historia: Castillo, Inquisición, Cuartel y Cárcel. Es el título del libro recientemente publicado por Almudena Serrano Mota, directora del Archivo Histórico Provincial desde 1997, en el que recorre la fértil historia de uno de los edificios más singulares del Casco Antiguo. A lo largo de varios siglos ha tenido un uso continuado y ahora que se cumplen 75 años de la creación del Archivo Histórico de Cuenca, su directora profundiza en la historia de un edificio que custodia millones de documentos. Este Archivo, que conserva una documentación muy valiosa, hace frente a un problema intrínseco como es la humedad y además comienza a quedarse pequeño.
Serrano nos habla de todo ello en esta entrevista, en la que también subraya la particular relación que se establece entre los archiveros y los valiosos documentos que guardan con tanto celo y esmero.
¿Qué le lleva a escribir Mil años de Historia. Archivo Histórico de Cuenca: Castillo, Inquisición, Cuartel y Cárcel?
La idea de escribir un libro sobre este edificio tan importante la tuve hace muchos años. A lo largo de todos ellos fui recopilando información, una ya conocida y otra completamente desconocida y que nadie había investigado, datos que se conservan, en su mayoría, en este Archivo Histórico. Un edificio que ha tenido un uso continuado en el tiempo, salvo el período que comprende los años 1973 a 1985, bien merece ser conocido por, al menos, los ciudadanos de Cuenca. De ahí que haya ido dando forma a toda esa información que, finalmente, ha visto la luz cuando se acaban de cumplir 75 años de la creación de este Archivo Histórico.
Pocos edificios han tenido tantos usos como éste. Castillo, Inquisición, cuartel o cárcel. ¿Podría resumirlos?
Desde su origen como fortaleza de Cuenca, en el siglo X, período en el que se dataron los restos del castillo de Cuenca ya en la década de 1970 en unos trabajos arqueológicos que se realizaron, este lugar ha sido testigo de infinidad de historias personales, políticas y religiosas. Un día a día, a lo largo de los siglos, que podemos conocer gracias a las fuentes documentales conservadas, que nos dan testimonio de qué ocurrió durante la Plena y Baja Edad Media, la construcción de un nuevo edificio sobre los restos del castillo, merced a la donación que hiciera Felipe II a la Inquisición de Cuenca para edificar en él 'sus casas de Inquisición', función inquisitorial ejercida hasta que llegaron a Cuenca los franceses, en junio de 1808 y se instalaron en él, usándolo como cuartel hasta 1812, generando numerosos destrozos. El gobernador civil lo destinó a ser depósito carcelario.
A lo largo de esos años, además, hubo saqueos de materiales y varias subastas, pero, finalmente, siguió en manos de Hacienda que lo cedió al ayuntamiento, ubicándose en él la cárcel del Partido judicial de Cuenca.
La prisión fue suprimida el 18 de diciembre de 1972, curiosamente, 24 años antes, el 18 de diciembre de 1948 se creó el Archivo Histórico Provincial, que, finalmente, y tras una gran rehabilitación, ocupó este edificio.
¿Cuánto tiempo le ha llevado escribir este libro?
Escribir un libro de estas características lleva mucho tiempo, porque se incluyen muchos datos históricos ofrecidos en toda la documentación citada en él. Han sido años, porque, además, hay que hacerlo a ratos, no es una tarea continuada en el tiempo.
¿Cuáles son las joyas documentales que se conservan en este Archivo?
Como en todos los Archivos históricos, lo más importante, por antigüedad, es la colección de pergaminos, datados desde finales del siglo XII. Además, el fondo de documentación notarial y judicial, desde el siglo XVI es importantísimo. Y, desde luego, algo de gran valor es los diversos fondos documentales procedentes de instituciones de la Iglesia católica, que se nacionalizaron como bienes en los diversos períodos de aplicación de la legislación desamortizadora, desde finales del siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX.
¿Se han perdido muchos documentos a lo largo de estos mil años de historia?
Las pérdidas de documentación, lamentablemente, han sido muy grandes, por diversos motivos. Además, algunas de esas pérdidas están documentadas, con lo cual podemos saber cuándo, cómo y quiénes fueron los responsables. El patrimonio documental ha sufrido un gran maltrato, pero, afortunadamente, lo que se ha conservado es mucho, en muy buen estado y con una información extraordinaria para servir a la investigación.
¿Pueden cuantificarse los documentos que conservan a lo largo de siete kilómetros de estanterías?
Cuando se rehabilitó este edificio con destino a Archivo Histórico, se calculó su capacidad en siete kilómetros lineales de estanterías. Conservamos miles de cajas, varios cientos de pergaminos, miles de planos y cientos de fotografías aéreas. Además, la documentación digitalizada es cada vez mayor, algo que es muy importante para salvaguardar los documentos del uso y sus consecuencias.
¿La humedad afecta mucho a este edificio?
La humedad es un problema intrínseco a este edificio, derivado del espacio que ocupa, sobre una roca de caliza, construido en una pendiente, filtraciones de agua en la roca, etc. Ya a principios del siglo XVII se pusieron de manifiesto los problemas que generaba su situación geográfica.
¿El Archivo empieza a quedarse más pequeño? ¿Demanda más espacio?
El Archivo se ha quedado pequeño y, sí, ciertamente hay que considerar la posibilidad de una nueva ubicación, porque, legalmente, debemos asumir transferencias de documentos que, ahora, no son posibles.
¿Qué papel desempeña el Archivo Histórico Provincial a la hora de divulgar la historia y el patrimonio conquense?
Este Archivo, como otros de nuestra ciudad (municipal, catedralicio, diocesano, el de la Diputación provincial) y los grandes Archivos municipales (Huete, San Clemente, Villanueva de la Jara) conservan una documentación riquísima, en los que se encuentra la Historia de Cuenca y los pueblos que han pertenecido a ella. Por tanto, la investigación histórica es afortunada al contar con todos estos fondos documentales tan valiosos. Este Archivo no se puede entender sin los demás de nuestro territorio, ni, por supuesto, sin los grandes Archivos generales de nuestro país.
¿Qué actos tienen previstos a corto plazo con motivo de este 75 aniversario?
Esperamos poder realizar visitas guiadas coincidiendo con el Día Internacional de los Archivos, que en su momento serán anunciadas, y, además, impartiré una conferencia en Otoño. Por otro lado, estoy preparando varias publicaciones y artículos que irán viendo la luz a lo largo del año.
¿Qué suponen las nuevas tecnologías para el Archivo, y en especial, la digitalización de documentos?
Cuando la difusión de la información es nuestro objetivo, las nuevas tecnologías nos brindan oportunidades fabulosas a la hora de agilizar el servicio público que prestamos. Desde nuestra Consejería de Educación, Cultura y Deportes se ha ido avanzando en este sentido, y lo que queda por llegar, que brindará nuevas oportunidades de fácil y rápido acceso para todos.
¿Cómo resumiría el trabajo que realizan los profesionales que trabajan en el Archivo Histórico Provincial?
Es un trabajo fundamental dentro de la Administración pública y para el conjunto de la ciudadanía. Atendemos a miles de personas todos los años, facilitando copias de documentos que son necesarios para la resolución de problemas; por otro lado, los investigadores que acuden e nuestro Archivo, numerosos, constantes y tenaces, van viendo cómo sus investigaciones avanzan.
¿Cuáles son las consultas más habituales? Imagino que para cualquier investigador este archivo es un lujo...
Las consultas más numerosas son las relativas a propiedades: la documentación del Catastro de rústica y urbana es la más solicitada, con gran diferencia sobre otras. En cuanto a la investigación histórica, sin duda, la documentación notarial es la mejor para indagar en numerosísimos aspectos cotidianos del pasado. Además, la documentación judicial, que es riquísima en datos, ocupa un lugar preponderante en la utilizada por los investigadores.
¿El trabajo de archivero es una tarea solitaria?
De las tareas que tenemos encomendadas, depende de cuál se desarrolle en cada momento, sí, es más propio y adecuado hacerlo en soledad, por la concentración que el trabajo requiere. En otros casos, la resolución de consultas implica interacción con los ciudadanos y entre los propios técnicos, para coordinar su resolución y aportar ideas o necesidades. El trabajo en equipo es fundamental. Y aquí hay un muy buen equipo de funcionarios.
¿Qué cuentan los documentos a una archivera? Imagino que los ve con otros ojos…
Claro… En mi caso, cuando miro un documento, antes de leerlo ya sé muchas cosas de él. Y cuando lo empiezo a leer, me cuenta y le pregunto. Tantos años de oficio aportan una gran experiencia. Leer documentos antiguos también requiere saber leer letras de siglos pasados y eso sí que es un arte, que, sin él, no podría hacer el trabajo que hago. Adentrarse en la historia pasada de la mano de los documentos es apasionante.
¿Se sigue sorprendiendo cuando lee textos antiguos y descubre la vida y hechos de conquenses del pasado?
Casi todos los días me sorprende algo. Cada documento es distinto, no hay dos iguales, por tanto, cada uno cuenta una cosa. En un Archivo, con millones de documentos, uno siempre se sorprende de las historias que relatan.