Colorido, jolgorio y un ambiente muy animado marcaron esta tarde los pasos de la esperada Pasarela de Carnaval Infantil celebrada en los Jardines de la Diputación, que transcurrió con mucha moción. Y es que más de dos centenares de pequeños desfilaron con entusiasmo, luciendo disfraces de todo tipo: desde los clásicos superhéroes como Spiderman, Batman y Wonder Woman, hasta personajes de cuentos como Caperucita Roja, el Lobo Feroz, y Alicia en el País de las Maravillas. También se vieron hadas, piratas, unicornios, dinosaurios y hasta algún un caballero montado en caballo o el mismísimo Don Quijote.

Este evento, enmarcado dentro de la programación del Carnaval de Cuenca, congregó a familias enteras, que disfrutaron de una jornada inolvidable. La inscripción previa no era necesaria, lo que permitió una participación masiva y espontánea, con sorpresas constantes en la variedad y originalidad de los disfraces. Eso hizo que el jurado tuviera una difícil tarea eligiendo a los ganadores entre tanta creatividad y esmero.

El concejal de Festejos, Alberto Castellano, se mostró entusiasmado con el éxito del evento. «Es la primera vez que sacamos el Carnaval Infantil fuera de recintos cerrados y la respuesta ha sido magnífica». El objetivo es que esta fiesta «sea más visible y participativa, y este cambio ha resultado todo un acierto». Castellano también agradeció la colaboración de la Asociación de Amigos del Carnaval de Cuenca, la Diputación y la Junta, destacando el «esfuerzo conjunto para que el Carnaval de este año sea especial y diverso». 

Por su parte, la concejala de Cultura y diputada de Cultura, María Ángeles Martínez, resaltó la importancia de aprovechar espacios emblemáticos como los Jardines de la Diputación para eventos de esta magnitud. «Queremos que el Carnaval siga creciendo y se arraigue aún más en nuestra ciudad», afirmó. 

Además, Manuel Lozano, presidente de la Asociación de Amigos del Carnaval de Cuenca, destacó la excelente respuesta de los niños y sus familias. La participación elevada en cada uno de los actos «demuestra que el Carnaval tiene cantera y que cada vez más colegios se suman a participar», explicó. 

El momento más esperado llegó con la entrega de los trofeos a los mejores disfraces. La emoción y los aplausos acompañaron la decisión del jurado, que reconoció la creatividad y el esfuerzo de los participantes. Sin embargo, lo mejor de la jornada fue que todos los niños recibieron gusanitos como obsequio, un detalle que hizo aún más dulce la experiencia. Con el cielo a favor y una multitud entregada, la Pasarela de Carnaval Infantil se convirtió en una jornada inolvidable, demostrando que la magia del Carnaval de Cuenca está más viva que nunca.