El calor del verano apenas deja huella en la calidad del aire

J.L.E.
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La concentración de partículas contaminantes es el fenómeno más detectado hasta agosto por la red de control y vigilancia de la calidad del aire de Castilla-La Mancha

Imagen aérea de Cuenca - Foto: Reyes Martínez

La calidad del aire que respiran los conquenses poco o nada tiene que ver con la de otros lugares, donde la presencia de contaminantes como las partículas o los episodios de ozono son notables. De hecho, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en lo que se refiere al último año, la calidad del aire ha sido razonablemente buena en el 71 por ciento de los días y buena en el 18 por ciento.Sin embargo la concentración de contaminantes ha dejado también jornadas negativas con una calidad del aire regular en el seis por ciento de los días, desfavorable en el cuatro por ciento y sólo en un día, en febrero, se calificó como muy desfavorable.

Atrás queda un verano con mucho calor y temperaturas de récord, pero la calidad del aire fue buena o razonablemente buena en Cuenca, según los informes del sistema de control de la Consejería de Desarrollo Sostenible, que se actualizan cada mes. Los últimos datos del año validados, medidos en la estaciones de la red de control y vigilancia de la calidad del aire de Castilla-La Mancha en Cuenca corresponden a agosto y revelan que ese mes hubo nueve días en los que la concentración de partículas excedió los valores para que fueran nocivas para la salud. En concreto,  hubo cinco días calificados de regulares y otros cuatro como desfavorables. 

De hecho, el Gobierno de Castilla-La Mancha alertó el 9 de agosto de la presencia de partículas en suspensión en numerosas localidades de la región, entre ellas Cuenca, y hasta recomendó a las personas con problemas respiratorios, ancianos y niños que evitaran largos periodos de tiempo al aire libre. 

Esta situación se debió al efecto de la calima que asoló a todo el país en medio de una intensa ola de calor. La calima provocó un gran aumento en la concentración de partículas menores de 10 micras, denominadas PM10, y partículas menores de 2,5 micras, denominadas PM2,5, que son las más perjudiciales para la salud al llegar a los alvéolos pulmonares. Esa situación se prolongó en Cuenca los días 9 y 10 de agosto.También los días 26 y 27 se registraron otros dos días desfavorables por la elevada concentración de partículas. Además, la red de control y vigilancia de la calidad del aire de Castilla-La Mancha cifró en cinco los días con una calidad del aire regular por este mismo motivo,

En julio se registraron hasta nueves días, cinco de ellos desfavorables, con una elevada concentración de partículas en suspensión en territorio conquense.

El principal problema que afecta a la calidad del aire en Cuenca es precisamente la concentración de partículas. Desde enero, se contabilizan diez días desfavorables, ocho regulares y uno muy desfavorable, que tuvo lugar en febrero. 

Otro de los problemas que afectan a la calidad del aire son las concentraciones de dióxido de nitrógeno y azufre, que en el caso de Cuenca suelen ser buenas. 

Mención aparte merece el ozono. En este sentido, Castilla-La Mancha es una de las Comunidades Autónomas más afectadas por la contaminación de ozono atmosférico de España, según el último informe de Ecologistas en Acción.En dicho informe, que se dio a conocer hace un par de semanas, se arrojan otros datos preocupantes, como el de que el 96% de la población española ha respirado aire contaminado por ozono en el 99% del territorio desde el 1 de enero hasta el 30 de septiembre de 2023. En Cuenca, sin embargo, no ha registrado hasta agosto ningún episodio de ozono, según la red de control y vigilancia de la calidad del aire.