Más de 5.000 personas vieron truncado, o al menos postergado, su sueño de lograr una plaza fija como informadores en Radiotelevisión Española. El anuncio, minutos antes de la hora de comienzo de la oposición en la categoría de Información y Contenidos, de que se aplazaba por una filtración de preguntas, desató una oleada de indignación que aún está lejos de apaciguarse. En tan sólo unos instantes, los cientos de aspirantes que acudieron al campus de  Somosaguas, en la Universidad Complutense de Madrid,  pasaron de los nervios previos al examen a la incredulidad y la total indignación por lo que había sucedido.

«Podías ver a gente desesperada, con emociones de todo tipo, llorando, y gente hasta con  maletas que había venido a examinarse y que luego se volvía, con todo lo que eso supone de gastos», explica el conquense Rodrigo Muñoz, redactor  audiovisual de CMMedia. Muñoz es uno de los conquenses que se desplazaron desde la capital para examinarse y que vivieron en primera persona un hecho inaudito que comenzó casi como un bulo cuando el diario El Independiente publicó poco antes de las diez y media de la mañana la suspensión de la prueba. Comenzaron los rumores y el ambiente se caldeó hasta llegar a su punto máximo, cuando el jefe de Recursos y Organización de RTVE, Jorge de San José, salió a una de las ventanas de la Facultad de Económicas para pedir disculpas a los opositores y confirmar la suspensión. Unos minutos antes, muchos ya habían podido leer el comunicado oficial en el que por decisión unánime de la Comisión de Empleo, donde están representados la dirección y los sindicatos, en el que se anunciaba la suspensión «por motivos de fuerza mayor». 

De un plumazo volaban años de preparación del temario fijo y la suspensión de la prueba se 'comía' de repente los gastos de viaje de muchos opositores que se desplazaron desde otras provincias e incluso del extranjero. Otra conquense afectada es Carmen Acedo, que en la actualidad trabaja en el programa Ancha es Castilla-La Mancha, programa de Castilla- La Mancha Media, quien se lamenta del trato, «porque me fastidió mucho que se suspendiera, además, fui expresamente al examen y son gastos». En la misma línea se manifiesta Elisa Bayo, de RTVE en Cuenca, quien tiene «una sensación de decepción porque ha sido un proceso muy dificultoso desde hace tiempo».

Un grupo de opositores revisa los móviles tras los rumores de suspensión del examen - Foto: Rodrigo Muñoz

También comparte esa sensación Álvaro Cosme Vizcaíno, que trabaja en RTVE de Toledo, y que aspira a una plaza fija. Describe lo sucedido «como una mala resaca en la que se mezclan rabia, impotencia y decepción».

«El proceso no es limpio». El despropósito de la suspensión de la oposición, con denuncia de la Corporación ante la policía por la filtración, no acaba ahí. Y es que la nueva fecha para el examen, el día 2 de noviembre no es del agrado de los opositores, que lamentan que la fecha elegida caiga en el Puente de Todos Los Santos, con las dificultades añadidas que para muchos supone para desplazarse a Madrid. Pero, además, algunos ponen en duda el proceso. «Lo más indignante es que es un examen en pleno puente y que el proceso no es limpio, por lo que es bastante complicado confiar», subraya Rodrigo Muñoz, que también considera que «no se han depurado responsabilidades por la filtración».  
«Esto crea mucha confusión, primero una fecha y luego otra; es marear la perdiz y desmoraliza», señala Álvaro Cosme, quien admite que «no me afecta tanto como a otros» y que como el resto de conquenses volverá a Madrid a examinarse.