El trabajo concienzudo y constante, de más de treinta años, tiene su recompensa. Lo sabe bien el periodista y escritor José Luis Muñoz, que acaba de recibir un premio con motivo de Día Mundial del Agua por el libro Trasvase Tajo-Segura, un expolio legalmente consentido (Ediciones Almud). Se trata de un trabajo único sobre las consecuencias negativas que tiene el trasvase para Castilla-La Mancha, y que sirve al autor para hacer de altavoz sobre una situación que considera «injusta e insolidaria».
Muñoz atesora una larga experiencia, con numerosas publicaciones, y este reconocimiento ha sido «una sorpresa, porque desde luego no esperaba, en absoluto, ningún tipo teniendo en cuenta que no es un concurso al que uno se presenta». Asegura que cuando se le comunicaron desde la Consejería de Desarrollo Sostenible, lo primero que sintió fue «un desconcierto total y absoluto», que dio paso al «agradecimiento y gratitud».
El periodista, escritor y colaborador de La Tribuna explica que «escribe pensando que nadie te va a leer y que este libro lo haya leído gente, y que alguien de esas personas haya pensado que es conveniente reconocer a su autor y darle un premio, pues me parece muy bien».
Precisamente el pasado jueves, José Luis Muñoz recibió el reconocimiento del Gobierno regional por esta publicación sobre el trasvase en un acto celebrado en Tarancón con motivo de Día Mundial del Agua, en el que también se premió al proyecto Life El Hito y CuenCANP .
Además, este reconocimiento regional sirve para que el autor vuelva a reivindicar en final del trasvase porque que «ese expolio se sustenta en una supuesta solidaridad interregional, pero que se basaba en la falacia de que en el río Tajo sobra agua y en el Segura falta».
La obra constituye un «gran reportaje periodístico de más de treinta años» y que sigue un preciso orden cronológico hasta abril del año pasado, cuando incorporó las últimas notas antes de la publicación del libro. «Es un tema que empecé a seguir periodísticamente cuando estaba en activo hace 30 años o 40 años, con esa cosa de hormiguita de ir recogiendo notas, noticias, declaraciones e ir haciendo una especie de dossier». Así fue hasta que un día, con toda esa documentación, decidió publicarlo con la idea de que «a lo mejor le interesa a alguien y así ha sido».
El libro Trasvase Tajo-Segura, un expolio legalmente consentido es un buen ejemplo para dar más visibilidad a esta reclamación, porque a diferencia de lo que ocurre en la Región de Murcia, donde sí hay publicaciones sobre el trasvase, no ocurre lo mismo en Castilla-La Mancha no. «Aquí no se ha publicado nunca un libro así, ha habido artículos sueltos en periódicos, en algunas revistas antiguas, pero como no como libro».
«Sin reacción». Una vez más, el escritor alerta de la falta de sensibilidad que hay, especialmente en Cuenca, sobre las consecuencias negativas del trasvase. «Sigo pensando que en Cuenca no hay una capacidad de reacción suficiente a este problema, que está ahí aparcado», señala Muñoz. En este sentido, Muñoz lamenta, entre, otras cosas, que la Diputación «jamás ha hecho una manifestación pública sobre el tema del trasvase, que parece que es algo de Toledo y Guadalajara, y a Cuenca parece que no nos toca».
Además, recuerda que autorizando trasvases de agua se incumplen las normas que «la anterior ministra de Transición Ecológica, Teresa Rivera, dijo que iba a aplicar y que la nueva ministra [Sara Aagesen] lo deja pasar». De hecho, el libro documenta la situación hasta abril del año pasado y Muñoz lamenta que hasta el día de hoy «no ha pasado nada, las reglas de explotación son las mismas y cada tres meses hay un nuevo trasvase».
Muñoz insiste en que «el trasvase debería terminarse ya» y apela a que haya debería haber algún tipo de pronunciamiento al respecto «porque es una cosa injusta» Ahora que los embalses de la cabecera del Tajo almacenan más agua debido a las lluvias, el escritor reitera que hay que dar una solución porque «no nos podemos fiar todo a que llueva, porque dentro de seis meses volverá a la sequía».