El Rebi Cuenca sana heridas en la Copa del Rey después de cuajar una fantástica segunda parte que le permitió remontar el partido ante el Balonmano Benidorm, cuando en el ecuador del duelo perdía por cuatro tantos (17-13). Los chicos de Lidio Jiménez salieron enchufados tras el paso de vestuarios para completar unos extraordinarios treinta minutos restantes y consumar así un triunfo (30-32) que coloca al club en la fase final de la competición copera por tercera vez en su historia, en la que estarán los ocho mejores.

Los conquenses no partían como favoritos tras jugar a domicilio esta eliminatoria a partido único y más aún teniendo en cuenta la mala dinámica de resultados cosechados en liga, pero han tirado de oficio y pundonor para llevarse esta victoria que puede suponer un punto de inflexión. Sin duda, se trata de un triunfo que otorga al plantel confianza para encarar la recta final de curso con mejores sensaciones, donde tiene que ganar varios partidos para alejarse de la zona de descenso.