La evolución de las ejecuciones hipotecarias, ya sean sobre viviendas o fincas rústicas, pueden llegar a decir mucho de la situación económica de un territorio concreto, hasta el punto de convertirse en todo un termómetro clave para medir la estabilidad económica y la salud financiera de una sociedad.
De ahí, que cobre especial relevancia observar cómo se ha comportado la provincia de Cuenca en este sentido y ver que ha despedido el ejercicio 2024 con un total de 41 ejecuciones hipotecarias iniciadas e inscritas en los registros de la propiedad, una menos que en 2023, pero 148 por debajo de las 189 contabilizadas hace diez años, en 2015, lo que equivale a un descenso del 78,3%, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De hecho, esos 41 embargos son la segunda cifra más baja de la última década, sólo superada por 2019, cuando se registraron tan solo 29, además de ser idéntica a los contabilizados en 2018.
- Foto: Elaboración propia.Casi la mitad de las ejecuciones hipotecarias inscritas el pasado ejercicio en la provincia correspondieron a viviendas; en concreto, una veintena, de las que la gran mayoría, 15, era de segunda mano y tan solo cinco eran de nueva construcción.
Completan el balance anual, los 13 embargos sobre fincas rústicas, a los que se suman otros siete sobre otro tipo de fincas urbanas que no eran viviendas y otro sobre un solar.
Una tendencia a la baja que, sin embargo, no ha sido generalizada en la comunidad autónoma, más bien todo lo contrario.
- Foto: Elaboración propia.No en vano, junto a Cuenca, tan solo ha visto descender las ejecuciones hipotecarias la provincia de Albacete, que han pasado de las 166 de 2023 a las 91 del pasado ejercicio.
Nada que ver con lo experimentado en el resto de la región, puesto que Toledo ha visto aumentar los embargos en un 57,8% hasta los 543; Guadalajara lo ha hecho en un 71,2% hasta los 101; y Ciudad Real, en un 21% hasta los 179.
Valoración. Para el director del Departamento Económico de CEOE Cepyme Cuenca, Miguel Ángel Santos, con los datos arrojados por la provincia de Cuenca «sí se puede decir que estamos lejos de las cifras de plena crisis económica, cuando los embargos eran mucho más numerosos, pero hay que recordar que cada embargo es una situación muy complicada para los que lo sufren».

Y, en este sentido, pone de manifiesto que «los empresarios y autónomos son la parte de la sociedad que más se expone a estas ejecuciones hipotecarias, ya que muchas veces responden con su propio patrimonio cuando constituyen un proyecto o quieren establecer alguna inversión añadida».
De ahí que subraye la importancia de apoyar al tejido productivo, en especial el conquense, formado en más de un 90% por empresas con hasta nueve empleados y, por lo tanto, con más dificultades ante los vaivenes económicos.