PepsiCo impulsa la agricultura sostenible

M.H. (SPC)
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La compañía y el sector agrícola han iniciado el camino hacia un modelo más respetuoso con el medio ambiente a través de formación tecnológica específica para dar respuesta a las nuevas necesidades, pero manteniendo la rentabilidad

PepsiCo impulsa la agricultura sostenible

Aumentar la sostenibilidad de los cultivos es un reto en el que la agricultura ya está inmersa desde hace años, aunque aún queda mucho camino por recorrer. Las explotaciones han de reconvertirse para mejorar en materia medioambiental, pero sin perder de vista la rentabilidad, cada vez más amenazada por distintos factores. Acometer esta tarea con el acompañamiento de grandes empresas puede mejorar mucho las cosas, como mostró PepsiCo el pasado martes.

«Para nosotros todo comienza en el campo», aseguró la directora de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de la compañía, Marta Puyuelo, en la presentación de la I Jornada sobre Agricultura Sostenible, organizada por PepsiCo y Lay's en el Palacio de Congresos de Burgos Fórum Evolución. Con la presencia de la consejera de Agricultura de la Junta de Castilla y León, María González Corral, y la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, el acto contó con expertos en agricultura regenerativa, fertilización o emprendimiento rural, entre otros ámbitos.

PepsiCo, cuya planta de snacks y centro logístico principal se encuentran en Burgos, colabora con sus agricultores para extender el uso de prácticas de agricultura regenerativa acompañando y transfiriendo conocimiento específico a través de formaciones, talleres prácticos, e incluso con un programa piloto para quienes ya se han querido sumar a esta nueva forma de trabajar la tierra y que marcará el futuro de la salud del suelo. Sobre este asunto debatieron en la primera mesa redonda Francesc Font, fundador de The Regen Academy, Guillermo Holgado, presidente cooperativa Indycons y protagonista de un proyecto piloto con PepsiCo, y Mercedes Yartu, responsable técnico del departamento de Agricultura de la multinacional.

Font, con años de agricultura regenerativa a sus espaldas, sostuvo que la idea no es alimentar al cultivo directamente, como hacen los fertilizantes químicos, sino alimentar al suelo para que éste pueda ofrecer a la planta los nutrientes que necesita. También incidió en la importancia de cambiar los herbicidas químicos por laboreo dirigido, rotaciones, siembras directas, cultivos mejorantes… y de sustituir los fertilizantes químicos por estiércol o compost.

Con estas prácticas, aseguró, en una década se puede multiplicar por 10 la fertilidad del suelo (de un 0,3% a un 3% de materia orgánica), por 20 la biodiversidad (que ayuda a controlar plagas) o aumentar en un 50% la capacidad de los suelos para retener agua, lo cual los hace mucho más resilientes frente a las sequías. Font habló de que, a medio plazo, los costes bajan, la producción se mantiene y el producto obtenido se puede vender más caro por su valor añadido, ya que puede certificarse como ecológico.

Por otra parte, admitió que el agricultor tiene que pagar un «peaje productivo» los primeros años debido a que la tierra no está preparada para este tipo de cultivo a causa de la pérdida de nutrientes provocada por la agricultura convencional, pero que eso se puede compensar en gran parte certificando la cosecha como ecológica, vendiendo créditos de carbono por el CO2 que captura este modelo productivo o acogiéndose a diferentes ecorregímenes, ya que las prácticas regenerativas coinciden con muchos de ellos.

Guillermo Holgado, que participa en un proyecto de agricultura regenerativa con PepsiCo en la provincia de Ávila, explicó que, dada la cantidad de sustancias activas que se están prohibiendo en la Unión Europea, el agricultor tiene que cambiar su manera de trabajar la tierra. Admitió que cuesta porque los resultados tardan en aparecer, pero ahí Mercedes Yartu destacó el papel de empresas como PepsiCo, que están ahí para acompañar en ese camino, formar y ayudar al agricultor a aprender año a año para mejorar resultados.

Fertilizantes.

En la segunda mesa coincidieron José Ángel Cortijo, responsable del servicio agronómico del noroeste de España del Grupo Fertiberia; Andrés García, director general de la cooperativa Garlan; y Sagrario Sáez, directora de Sostenibilidad de Heineken.

Cortijo comenzó su intervención destacando que el 50% de los alimentos que se producen en el mundo se lo debemos a los fertilizantes. También destacó las importantes emisiones de carbono a la atmósfera de la industria que los fabrica, y por ello hizo hincapié en la existencia de fertilizantes low carbon, es decir, con bajas emisiones de carbono en su elaboración. Concretamente, explicó que Fertiberia fabrica fertilizantes con emisiones nulas, en vez de las 2 o 3 toneladas de carbono que se emiten por cada tonelada convencional fabricada en la UE (en terceros países puede llegar al doble).

PepsiCo y Heineken, de hecho, han sido las primeras compañías en emplear estos abonos low carbon para cultivar sus materias primas. Andrés García insistió en que actuar sobre la fertilización es actuar sobre el principal emisor de CO2 del sector agroalimentario y Sagrario Sáez aseguró que Heineken pretende conseguir el año que viene nulas emisiones netas gracias, en buena parte, a estos fertilizantes.

Hasta hoy se han elaborado en la planta de PepsiCo en Burgos 3.000 toneladas de patatas fritas obtenidas con estos abonos y este mismo año el proyecto sigue creciendo gracias a su implementación en otras zonas de España y Portugal. Estas prácticas suponen la disminución de aproximadamente un 15% de la huella de carbono en los cultivos.

En la tercera mesa se abordó el tema de emprendimiento y mujeres en el mundo rural. El debate contó con la presencia de Teresa López, presidenta de FADEMUR (Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales); Elena Rodríguez Pérez, responsable de Huerto los Tulipanes; y Jorge Izquierdo Arribas, director General de Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León. En un contexto de pérdida poblacional y despoblación del medio rural, el debate permitió enfatizar la necesidad de apoyo que demandan los empresarios rurales y, en particular, las mujeres rurales dedicadas a la agricultura. Teresa López puso de manifiesto que «las mujeres rurales enfrentan desafíos como la falta de acceso a financiación, la invisibilidad de su trabajo y la falta de servicios de apoyo».

Poder dar una respuesta resulta esencial y es por ello que PepsiCo, a través de la Fundación PepsiCo, colabora con FADEMUR a través de su lanzadera Ruraltivity para impulsar sus negocios y visibilizar su trabajo proporcionando formación y acompañamiento en los pueblos. En 2024 la Fundación PepsiCo ha lanzado 20 becas (10 por importe de 5.000 euros y otras 10 de 2.500) para mujeres emprendedoras que estén desarrollando un proyecto de negocio agroalimentario o de economía circular en el entorno rural. Con esta alianza, además de apoyo financiero, se contribuye a frenar la desigualdad por razón de género, a evitar la despoblación de los municipios rurales y a conseguir el relevo generacional que tanto se necesita.