Otra mirada

Manu Reina
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La oftalmóloga conquense María Rojo reduce su jornada laboral en el Hospital Virgen de la Luz para abrir su propia consulta para pacientes que padecen la enfermedad del ojo seco

Otra mirada - Foto: Manu Reina

En el mundo de la salud ocular, hay un fenómeno silencioso que afecta a millones de personas; el ojo seco. Detrás de la aparente simplicidad de la sequedad ocular se esconde un desafío complejo que impacta en la calidad de vida de quienes lo padecen. Picor, visión borrosa, sensibilidad a la luz, enrojecimiento o la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo son solo algunos de los síntomas. El malestar es continuo y en muchas ocasiones el diagnóstico puede empeorar de menor a mayor gravedad si no se lleva a cabo un tratamiento. Pero, por suerte, es un problema que podría tener los días contados en esta tierra porque la reconocida oftalmóloga conquense María Rojo ha iniciado un proyecto emprendedor que ataja de raíz esta incidencia ocular desde una perspectiva moderna. 

María Rojo, que cuenta con una dilatada trayectoria profesional tanto en el ámbito laboral como en el de la investigación, explica que se trata de una «enfermedad multifactorial», como consecuencia de «múltiples motivos», como la «avanzada edad, el uso constante de colirio, fármacos, el aire acondicionado o el abuso constante de pantallas móviles u otros dispositivos», por mencionar solo unos ejemplos. Estas causas generan una «disminución de lágrima y también un deterioro en la calidad, generando una inflamación en la superficie del ojo». Una de las manifestaciones más evidentes es el enrojecimiento de la zona, que impide en muchos casos, por ejemplo, «poder leer, conducir o ponerte unas lentes». 

Hasta hace poco se han utilizado métodos más tradicionales, como el uso de fármacos u otros tratamientos, pero esta facultativa conquense va más allá y centra todos sus esfuerzos en «mejorar y estimular la función de las glándulas de Meibomio», que se encuentran a lo largo de los bordes de los párpados donde nacen las pestañas. Esas glándulas se van «obstruyendo y dejan de producir la parte grasa de la lágrima, que es fundamental para que no se evapore». Cuando eso ocurre, María Rojo actúa por medio del tratamiento Luz Pulsada Intensa, que es un método enfocado a que las glándulas «vuelvan a producir esa necesaria grasa, que impide que una persona padezca la enfermedad del ojo seco». 

Otra miradaOtra mirada - Foto: Manu Reina

Lo hace, además, con «tecnología nueva, fiable y totalmente segura». La luz pulsada intensa es una tecnología utilizada en diversos tratamientos médicos y estéticos a través de la aplicación de pulsos de luz de amplio espectro. Este tratamiento es no invasivo y relativamente rápido, y puede ofrecer resultados visibles después de unas pocas sesiones, dependiendo de la condición tratada y las necesidades individuales del paciente. 

Emprendimiento. María Rojo, una eminencia en la oftalmología española, ejerce como oftalmóloga en el Hospital Virgen de la Luz, pero desde el pasado mes de diciembre decidió reducirse su jornada laboral para emprender su particular camino emprendedor en este tratamiento innovador, entre otras cosas, porque en el centro hospitalario de Cuenca «no se ofrece este tratamiento por el momento». Eso le lleva a «alquilar los viernes una consulta en una clínica de medicina estética de la ciudad para poder tratar a los pacientes». 

La facultativa defiende que la sanidad pública «es fantástica y tenemos mucha suerte de contar con ella y todos sus servicios», pero incide en que «siempre quiero aportar aún más». Ese entusiasmo y la vocación profesional son los motivos que le llevan a abrirse camino en el emprendimiento para ayudar «a todos los pacientes que sufren este problema, que son muchos y afecta al 30 por ciento de la población». En concreto, la población mayor es más vulnerable, pero «también hay muchos jóvenes».

Hasta la fecha son una veintena de personas las que han pasado por su consulta privada y los resultados son «extraordinarios» porque directamente les «cambia la vida». Es, además, un servicio que tienen al alcance de la mano desde hace apenas cuatro meses, mientras que antes «tenían que ser derivados a otras comunidades autónomas con el coste que ello conlleva». María Rojo sigue su curso y tiene la firme convicción de llegar hasta donde sea necesario para ayudar a las personas.
La oftalmóloga conquense, que ejerció como presidenta de la Sociedad Castellanomanchega de Oftalmología y también vocal de la Sociedad Española de Oftalmología, es ahora vocal de la Sociedad Española de Glaucoma y quiere marcar un punto de inflexión para los pacientes conquenses que luchan contra la enfermedad del ojo seco.