Rotundo, fuerte, agresivo y constante. Así se mostró el español Carlos Alcaraz para fulminar ayer al australiano Aleksandar Vukic por 7-6 (5), 6-2 y 6-2.De esta forma el murciano mantiene su registro impoluto en el torneo de Wimbledon, sin sets perdidos, y se enfrentará en tercera ronda al estadounidense Frances Tiafoe.
Alcaraz, que restó para no perder el primer parcial, desactivó los arreones puntuales de Vukic y, sobre todo, se impuso a sus propias lagunas para volver a ganar en la pista uno, la segunda en importancia del torneo, y en la que no jugaba desde el debut del año pasado ante Jeremy Chardy.
Con el techo cerrado, por la amenaza de lluvia en Londres, y con el recuerdo de lo ocurrido en 2023, cuando un semi retirado Chardy le dio problemas, Alcaraz no se podía confiar ante un tenista que venía de alcanzar las semifinales de Eastbourne y de ganar a un Sebastian Ofner finalista en Mallorca.
Pese a no ser un gigante sacador de estos que han puesto a los grandes en apuros en las primeras rondas de Wimbledon, Vukic, australiano, demostró moverse bien en estas pistas. Si no arrancó un resultado mejor fue por su incapacidad para imponerse en los momentos importantes.
Con todos los ojos puestos sobre él, el oceánico concedió demasiado y Alcaraz lo aprovechó para dar un paso adelante y la manga se encaminó a un 'tie break', que el de El Palmar dilapidó en un abrir y cerrar de ojos.
La ventaja en el electrónico fue una losa para Vukic, que se desinfló por completo y tocó fondo cuando el español le rompió en el segundo set con un revés a una mano que sorprendió al australiano. Nunca más se recuperó el 'aussie' que no volvió a oler ni de cerca el nivel y las oportunidades del primer set ante un Alcaraz que aparcó las lagunas para sellar el encuentro en menos de dos horas, con 42 golpes ganadores. El murciano acumula siete sets seguidos ganados, desde que cediera el cuarto en la final contra Novak Djokovic del año pasado.