La 'batalla arancelaria' pone a los empresarios en alerta

A.A.
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Administración y empresas conquenses advierten de las «consecuencias negativas» que puede generar en los precios de los productos, el volumen de las exportaciones o la influencia de la cotización del dólar

La ‘batalla arancelaria’ pone a los empresarios en alerta - Foto: L.T.

El aumento generalizado de los aranceles anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha caído como una 'bomba' a escala mundial. Los cimientos de las relaciones comerciales se han visto sacudidos por una medida que rompe las normas de juego existentes e implica unas consecuencias imprevisibles y, en principio, poco favorables. En territorio conquense, tanto administraciones como empresas han advertido de las «negativas» implicaciones que este tipo de iniciativas pueden generar de forma directa e indirecta para el tejido productivo de la provincia.

El presidente de CEOE Cepyme Cuenca, David Peña, no dudó ayer en calificar de «mala noticia» el tema de los aranceles, sobre todo para el mercado internacional y concretamente para Europa. «Pero es una mala noticia para Europa, para España, para Castilla-La Mancha, pero especialmente mala noticia para Cuenca», dijo. El máximo responsable de la patronal conquense explicó desde Tarancón que «el 90% de sus exportaciones de Cuenca corresponden al sector agroalimentario y de automoción».

Peña consideró que la provincia se va a ver «muy perjudicada» y manifestó su convencimiento de que «la única solución tiene que ser global. Desde el sector empresarial y, en concreto, desde el sector empresarial de Cuenca, confiamos plenamente en nuestros representantes en Europa porque entendemos que una negociación será sin duda la mejor salida porque esto va a traer consecuencias inflacionistas». De esta forma, destacó que «teniendo en cuenta que estamos en la provincia con un 2,6% de inflación y que el objetivo que teníamos en este año era bajar de ese 2%, sin duda, con estos aranceles se complica el poder llegar a ese objetivo».

Reacciones. Carmen Montecino, del Departamento de Administración de Grupo Lomar, dedicada a la obtención, envasado y distribución a nivel nacional e internacional de cebollas y ajos, considera que «no creo que esto sea bueno para nadie. O quizás entre todos contribuimos a que no sea bueno, con el tiempo veremos los resultados. Sí nos afecta la cotización del dólar y las fluctuaciones de las divisas, que te pueden perjudicar. Eso sí, lo que sí tengo claro es que las consecuencias de esto no pueden ser positivas».

Fernando Barambio, gerente de Aceites Barambio, estima que «a España no creo que le afecte como la última vez porque ahora los aranceles son para todo el mundo por igual en Europa. Tanto para Italia como para España o para Grecia. Todos del 20%». Asegura, asimismo, que «el consumidor americano quizás pague más por el producto, pero se lo puede permitir y a las empresas que venden allí no les perjudicará. Creo que no va a repercutir en el consumo en Estados Unidos». En cualquier caso, indica que «este tipo  de movimientos, a la economía en general, bien no le vienen y habrá otros sectores de aquí que sí pueden estar más afectados» por los aranceles.

Elena Atiénzar, directora de  Administración y Recursos Humanos de Fergonvi, dedicada a la elaboración de productos cárnicos, resalta que «a nivel general, lo veo mal porque una subida de aranceles en cualquier país implica una subida de precios generalizada». Su empresa hace exportaciones a Francia, Italia, Grecia..., pero no a Estados Unidos y, «directamente no nos va a afectar pero, indirectamente, indudablemente sí, y a todos». 
Señala que «lo que se está haciendo, con este tipo de medidas, es bajar la capacidad de compra de los consumidores, pero saldremos de esto lo mismo que hemos salido de otras, todo es cuestión de adaptarse y a ver con qué nos sorprende este hombre. Es imprevisible. Eso sí, la incertidumbre juega un papel importante en la economía», remata.

«Retroceso histórico». El presidente de la Diputación Provincial, Álvaro Martínez Chana, calificó ayer en Tarancón las medidas adoptadas por EEUU como «un retroceso histórico en lo que al comercio internacional se refiere. Nosotros tenemos que seguir. Esta etapa que se ha abierto con incertidumbre llegará a su fin. En España, Castilla-La Mancha y Cuenca tenemos que seguir trabajando con Estados Unidos, con el resto de Europa, con el sudeste asiático y con otras zonas donde tienen a bien comer y beber nuestros productos porque son de máxima calidad», argumentó.