Si hay una idea que ha quedado meridianamente clara estos días frente a la adversidad que trae consigo la virulenta DANA, es la de que si alguien puede ayudar al pueblo es propio pueblo, y es que si podemos sacar algo positivo de la terrible desgracia que ha asolado al país, y más concretamente a Valencia y algunas localidades de Cuenca y Albacete, es que la población no se ha quedado de brazos cruzados y ha respondido a la llamada de auxilio de los que están sufriendo.
Tarancón puede presumir orgulloso de su gente y de todo lo que está haciendo para colaborar con aquellos a los que la naturaleza se lo ha arrebatado todo, y se ha sumado a las multitudinarias campañas de recogida de productos que estos días están llegando a las zonas afectadas por la catástrofe, además de, en algunos casos, acudir a éstas a llevar a cabo labores de ayuda en todo aquello que estuviese en sus manos para que la situación comenzase a revertirse.
El Ayuntamiento inició una campaña de recogida, atendiendo la recomendación de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). El resultado ha sido en torno a 30.000 kilos en más de 30 palets, gracias a la solidaridad de cientos de vecinos que aportaron productos de higiene personal, alimentos no perecederos, leche, medicamentos, agua o ropa.
Un grupo de jóvenes acude a Mira a realizar labores de limpieza y ayuda a los afectados por la riada. - Foto: V.A.Respuesta a la necesidad
Mira ha sido uno de los lugares castigados por la DANA y por eso está recibiendo la ayuda de jóvenes que, conscientes y preparados para afrontar esta adversidad, han decidido prestar su ayuda. Vicente Aragón reunió a un grupo de amigos y fueron a realizar estas labores para que los vecinos no se sintiesen abandonados. «Había casas derruidas a ambos lados del río, el arroyo se llevó todo lo que vio a su paso», relata.
Aunque eso no ha sido lo más duro, ya que también decidieron viajar a aprovisionar a localidades valencianas castigadas, como Paiporta, Benetússer o Aldaya y su sensación fue la de «vivir una experiencia que ha marcado un antes y un después en mi vida». Una acción por la que Aragón recibió multitud de muestras de gratitud. «Esto nos hace ver lo vulnerables que somos ante la naturaleza», explica afectado.
Alejandro Garrido colabora desde el fin de semana en Valencia. - Foto: A.G.Algo parecido está viviendo Alejandro Garrido, quien lleva colaborando desde el fin de semana y pretende aguantar toda la semana allí. «La situación es catastrófica. Había casi 200.000 personas sin luz ni agua potable desde hace días, es desgarrador. Solo por verte allí, la gente ya te da las gracias», comenta desolado, mientras espera soluciones ante algo que todos, de una forma u otra, están lamentando.