Cada vez cuentan con más tirón entre el público y eso se deja notar en Valeria. Las Noches Mágicas que allí se programan, con visitas guiadas al yacimiento arqueológico, cena y un espectáculo, se consolidan –ya en su tercera edición– dentro de la oferta cultural veraniega de la provincia conquense. Prácticamente todos los fines de semana hasta el próximo 31 de agosto, este histórico enclave se viste de gala para conjugar a la perfección historia, arte y gastronomía. Una experiencia «única y maravillosa» gracias al trabajo y la dedicación de un alcalde, Juan Pedro Martínez.
¿Cuáles son los puntos fuertes que componen el cartel de esta tercera edición de las Noches Mágicas?
A ver... es difícil destacar solo unos pocos de ellos. Me gustaría resaltar la compañía El Cahorzo de Villar de Olalla por el esfuerzo que han hecho por venir aquí, así como el Coro de Cámara Alonso Lobo, gracias a la ayuda de la Diputación. Evidentemente, no podemos olvidarnos, por ejemplo, de The Heart Swingers o de Aníbal Gómez, de Ojete Calor, con su show de DJ.
Hay mucho 'sabor' conquense en esta programación. Prácticamente todas las actuaciones las protagonizan artistas de la tierra...
Así es, creo que eso es muy importante. Son todos conquenses menos las actuaciones que he conseguido a través de Artes Escénicas, como el Niño de la Era, al que ya hemos disfrutado, Eva María y su Poesía Flamenca, o María Rubí con Flamencomanía, que en todos estos casos provienen de otros territorios de Castilla-La Mancha.
Hablando de artistas, es fundamental también destacar que las Noches Mágicas de Valeria 'tocan' muchos palos, hay actuaciones para todos los gustos...
Efectivamente, ese es uno de los objetivos que buscamos. Me gusta la variedad en lo que programamos... Esta edición se compone de 13 actuaciones, si todas las hacemos de flamenco o de rock, por ejemplo, limitas mucho los gustos y cierras puertas a la hora de acoger a visitantes. Aquí hay de todo, hay flamenco y rock, pero también teatro, jazz, electrónica, música folklórica, pop, títeres... A veces es más fácil decir lo que no hay que lo que hay [risas].
¿Qué supone este festival para Valeria en lo organizativo y cómo repercute para bien en el municipio?
Sacarlo adelante es un esfuerzo por nuestra parte, pero cuando ves los resultados merece mucho la pena, porque hay cenas de 40 personas pero también hemos tenido algunas de cien. Que la gente responda de la manera que lo hace y nos dé la enhorabuena por lo que programamos, nos anima a seguir luchando por ello. Al fin y al cabo es lo que quiero, pelear por Valeria y que la gente pueda conocerla y así disfrutar en un entorno único.
La cultura como elemento dinamizador del territorio...
Totalmente, aprovechando para ello los recursos que tenemos, que es el yacimiento, que necesitaría más inversión por parte de las instituciones, pero si esto repercute para tener más visitas y atraer dinero al municipio, es una satisfacción porque repercute en el beneficio de Valeria.
¿Se ha notado el incremento en las últimas ediciones del festival?
Sí, por supuesto. Se nota la repercusión que le dais los medios y hace mucho también el boca a boca de la gente porque las Noches Mágicas ya se están haciendo un hueco en la oferta cultural del verano.