Contribuir a la modernización del sector porcino, promoviendo granjas de última generación, y dinamizar el medio rural, generando riqueza y creando empleo, son dos de los objetivos que se fijó ICPOR, integradora porcina especializada en cerdo blanco e ibérico, cuando nació en 2012. Objetivos enmarcados en un modelo de desarrollo sostenible donde el respeto por el medio ambiente, el bienestar animal y el cumplimiento estricto de la normativa vigente en España son los principales ejes de actuación para responder a la actual demanda de productos cárnicos derivados del cerdo de forma sostenible, 100% controlada y con los máximos estándares de calidad y seguridad alimentaria.
ICPOR ha establecido relaciones estrechas con ganaderos de distintas zonas rurales, ofreciéndoles un modelo de integración que, entre otros beneficios, garantiza unos ingresos fijos mínimos anuales, siendo una de las integradoras pioneras en ofrecer un precio fijo por plaza y año, independientemente de las fluctuaciones del mercado. Esta relación ha supuesto un cambio crucial en su actividad, ofreciendo una alternativa segura frente a la incertidumbre que conlleva operar en solitario en un mercado tan competitivo como el del porcino.
La integradora ofrece a los ganaderos seguridad en su producción y también les brinda un soporte técnico continuo que ha sido clave para la modernización y mejora de sus explotaciones. Este apoyo incluye asesoramiento especializado en la optimización de recursos, la mejora de la eficiencia en las operaciones diarias y el acceso a las mejores prácticas de manejo. Gracias a estas iniciativas, muchos ganaderos han podido realizar inversiones que les han permitido dar un salto cualitativo.
A esto se suma el compromiso de ICPOR con la gestión ambiental. Las nuevas granjas con sistemas y tecnologías avanzadas que permiten minimizar su impacto, con un diseño completamente integrado en el entorno. La incorporación de innovadoras soluciones de eficiencia energética y una gestión responsable del purín y el estiércol generado son solo algunos ejemplos de las medidas implementadas. Estas prácticas no solo garantizan la sostenibilidad del proceso, sino que también contribuyen a que los ganaderos mejoren su competitividad al alinearse con las crecientes demandas del mercado en términos de responsabilidad medioambiental.
Otro aspecto clave es el conocimiento compartido. Los ganaderos se benefician de la experiencia acumulada por ICPOR en la gestión del sector porcino, lo que les permite mejorar en aspectos como la cría y manejo de los animales, la optimización de los tiempos de producción y el ajuste de los costes operativos. Este intercambio de conocimientos ha hecho que muchas explotaciones que antes se encontraban en una situación crítica, hayan logrado dar un giro a su actividad.
Motor de cambio. La estrecha colaboración entre ambas partes ha demostrado ser un motor de cambio en las áreas rurales más afectadas por la despoblación. Los ganaderos, muchos de los cuales provienen de pequeños pueblos con limitadas oportunidades de empleo, han encontrado en este modelo de negocio una vía para mantener sus explotaciones y asegurar su futuro. Además, esta integración ha desencadenado un efecto positivo en las economías locales, generando empleo indirecto y contribuyendo a la revitalización de estas comunidades. Así, el sector cárnico no solo se consolida como un pilar económico, sino que también se convierte en un agente de desarrollo social, ayudando a frenar la despoblación y a forjar un futuro más próspero en el ámbito rural.
Esto no es una simple relación comercial, sino un verdadero modelo de co-creación de valor. Los ganaderos no solo encuentran en ICPOR una garantía para sus productos, sino un aliado que los acompaña en cada paso, ayudándoles a mejorar sus explotaciones, a aumentar su competitividad y a asegurar su futuro en un sector que se enfrenta a constantes desafíos.