Suele decirse que en la España vaciada las oportunidades escasean y los emprendedores aún más. En el caso de la comarca conquense de la Manchuela, a través del aprovechamiento de todo lo que esta tierra tiene por ofrecer, Zapata EcoAgro ha logrado abrirse camino continuando el legado familiar que ya comenzaron las generaciones anteriores para construir un futuro desde la humildad y el trabajo duro, dos pilares que han sido fundamentales en todas las vías de negocio a las que esta empresa casasimarreña se ha abierto.
Aunque su mayor volumen de facturación se produce con la compra de almendra en cáscara materializada con el sello Zapata Ecoalmendras o la biomasa, que también tiene su propia marca, Ecocombustibles, junto a estas líneas de negocio la compra de cereales, la venta de abonos y semillas, así como el sector de la aceituna, son otros nichos donde Zapata EcoAgro está desarrollando su actividad. Es precisamente el sector de la aceituna en el que han acuñado su propia marca de aceite, Zapinar. Este oro líquido con fuerte arraigo hace las delicias de todo aquel que decide degustarlo.
El legado familiar que ha pasado de generación en generación durante casi 30 años y el avance y la apuesta por la innovación han permitido a Zapata EcoAgro sumar a sus más de 25.000 metros cuadrados de naves en Casasimarro unas nuevas instalaciones en Belmontejo, sumando más de una decena de trabajadores directos. Si algo evidencia el éxito del producto conquense y de Zapata EcoAgro son las exportaciones de almendra y cereales, que han experimentado un crecimiento exponencial, ampliando las fronteras de la pyme casasimarreña hasta destinos europeos como Francia o Alemania, y últimamente hacia Turquía o los Emiratos Árabes.
Si algo ha tenido Zapata EcoAgro ha sido la vocación de innovar sobre una industria alimentaria de las de toda la vida, convirtiéndose para ello en una de las empresas pioneras de la zona en ser operadores y almacenistas de frutos secos. Nada es más importante que devolverle a la tierra lo que le ha dado y como muestra de la responsabilidad social corporativa esta pyme ha hecho un esfuerzo convirtiéndose también en operador y almacenista de almendra y aceituna ecológica. Los alimentos constituyen una de las grandes fuentes de riqueza y potencial de la tierra; en las manos de pequeñas empresas como Zapata EcoAgro, cuyo sentir por su provincia va directo al límbico, el futuro de los sabores y los productos conquenses está en el camino del éxito.
LA RIQUEZA DEL APROVECHAMIENTO. Zapata EcoAgro trabaja con hasta cuatro nichos de actividad:
- Zapata Ecoalmendras: mayorista de compra de toda clase de almendras.
- Ecocombustibles: venta de todo tipo de biomasa.
- Zapinar: venta de aceite de producción propia.
- Compra de cereales y venta de abonos y semillas.