La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Cubre una superficie de casi dos metros cuadrados y puede llegar a pesar hasta 10 kilos. Pero la piel es, además, un órgano sabio que muestra cómo nos sentimos (se sonroja, palidece...) y hasta lo que comemos, ya que la nutrición tiene un impacto muy importante en el aspecto y la salud de esta.
«Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es esencial para mantener la piel saludable, radiante y evitar afecciones como la dermatitis atópica, la psoriasis, la rosácea o el acné», explica la farmacéutica y nutricionista Paula Martín Clares.
Defiende que llevar una alimentación correcta es fundamental para prevenir el envejecimiento celular, de modo que una dieta rica en frutas, verduras y hortalizas «es la mejor garantía para mantener a raya el deterioro y tener una piel sana y evitar el envejecimiento prematuro que tanto nos preocupa», aclara esta experta en La salud de tu piel está en lo que comes (Zenith).
Por supuesto hay una regla que está por encima de todas en lo que a la piel se refiere y es que si quieres que luzca esplendorosa es primordial una adecuada hidratación, tanto interna como externamente.
Ahora bien, hay dos decálogos que Martín Clares deja claro:
NO SON BUENOS...
1. El alcohol.
2. Los alimentos procesados.
3. La sal.
4. Los fritos.
5. Los lácteos.
6. Embutidos y carnes rojas.
7. Harinas refinadas.
8. El marisco
9. Comidas y bebidas
azucaradas y carbonatadas.
10. Salsas industriales
y comidas picantes.
SÍ SON BUENOS...
1. El pescado azul.
2. El té verde.
3. El aguacate.
4. Las nueces.
5. Las pipas de girasol.
6. La soja.
7. La cúrcuma.
8. El brócoli.
9. Los tomates.
10. El chocolate negro.
Ahonda esta farmacéutica también en un término muy en tendencia y cada vez más vinculado al cuidado personal. Es la nutricosmética, «productos de origen natural que ayudan a realzar la belleza y a cuidar nuestro aspecto gracias a sus activos».
Aquí entran aquellos que, administrados con una dieta saludable, poseen propiedades nutricionales o fisiológicas que afectan al aspecto del pelo, la piel y las uñas y los protegen. E, importante, quien esté pensando en indagar en sus beneficios vaya por delante que ha de ser muy constante con ellos.
Destaca esta experta que, en la actualidad, los productos más vendidos son los utilizados para frenar la caída del cabello, la fotoprotección oral y los antioxidantes. «También pueden ayudar a cuidar la piel, combatir las arrugas, endurecer las uñas o combatir la retención de líquidos y la celulitis», explica la autora del libro. Eso sí, especifica que es muy importante consultar con especialistas y «escuchar al cuerpo» porque no hay que estar todo el año tomando complementos alimenticios, sino que hay que hacerlo cuando sean necesarios.
Los nutrientes más utilizados en este campo son el zinc, el selenio, le cobre, el calcio, entre otros minerales. En la parte vitamínica destacan la E o la C, también la levadura de cerveza o el omnipresente ácido hialurónico, una molécula con una alta capacidad higroscópica que aporta turgencia e hidratación en el tejido sostén «que se utiliza como complemento oral para pieles deshidratadas y maduras».
Preguntada sobre qué activos recomedaría según la indicación, Martín Clares hace su listado:
- Celulitis: calcio y extracto de té verde.
- Piel seca: omega 3 y 6, licopeno y vitaminas Cy E.
- Acné: levadura de cerveza, omega 3, aminoácidos azufrados y zinc.
- Antienvejecimiento: colágenos, cobre, vitamina C, silicio orgánico y ácido hialurónico.