'¿Y ahora, por dónde paso?'. Este es el nombre de la nueva campaña de Aspaym Cuenca. La entidad puso en marcha ayer una acción de sensibilización en accesibilidad por las calles de la provincia, con el objetivo de concienciar en la necesidad de generar espacios públicos amables y transitables para todas las personas, también para aquellas con una movilidad reducida.
«El primer lugar que hemos querido dar visibilidad de la dificultad es la Plaza del Romero, donde tenemos la sede de actividades», explican. «Muchos de nuestros socios tienen dificultades a la hora de venir por el mal estado en que se encuentra dicha plaza con ladrillos rotos, arquetas sueltas y desniveles». Además, dificulta su circulación «la presencia de escalones en muy mal estado y la zona nueva que están arreglando, donde también se están haciendo escaleras», lamentan.
En el acto participaron integrantes del equipo directivo y profesionales de Aspaym Cuenca, así como personas socias de la entidad y sus familiares. Asimismo, les acompañó Ana María Zúñiga, jefa provincial de Tráfico en Cuenca, en representación de la institución.
La campaña '¿Y ahora, por dónde paso?' descansa sobre la idea de que la accesibilidad física es uno de los pilares fundamentales para que todas las personas puedan disfrutar de igualdad de oportunidades y participar plenamente en sociedad. «Cuando hablamos de accesibilidad, nos referimos a la creación de entornos y espacios que sean cómodos y seguros para todo el mundo, incluyendo aquellos individuos con discapacidad o movilidad reducida», aseveran.
Así, «rampas, ascensores, baños adaptados y pasillos amplios son uno de los muchos elementos que deben ser accesibles». La accesibilidad física promueve, asevera nuestra entidad, «tanto la independencia como el bienestar de las personas con discapacidad». Esto se debe a que proporcionan soluciones que facilitan la movilidad. «Pueden desenvolverse de manera autónoma y sin depender constantemente de la ayuda de terceros», añaden.
Para Aspaym Cuenca, «es importante destacar que la accesibilidad física es un derecho humano reconocido por la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas». Por ello, «garantizar el acceso a todos los espacios es un deber legal que todas las sociedades deben asumir para asegurar la inclusión».