Decía García Márquez que el Periodismo es la profesión más bonita del mundo porque concede a aquellos afortunados que lo ejercen la posibilidad de cambiar algo todos los días. Estos 'artilleros de la libertad' capaces de dar forma al mundo del mañana desde la tinta, a golpe de palabra y compromiso social, son el vivo ejemplo de que son necesarias, quizá ahora más que nunca las plumas que mueven lo más noble de los seres humanos y hacen mejores a las personas.
Diez generaciones de periodistas han visto cambiar el mundo desde los pasillos de la Facultad de Comunicación de Cuenca, esos mismos pasillos donde han aprendido a contar esas transformaciones globales de pandemias, conflictos bélicos, crisis, elecciones, pero también de personas que se unen en los momentos más difíciles, de brazos abiertos para aquellos que emigran porque en su hogar no queda más que destrucción y de conquista de derechos y orgullo.
En una efeméride marcada por el crecimiento de una de las facultades más jóvenes de la Universidad de Castilla-La Mancha donde no son solo 'plumillas' quienes salen al mundo laboral desde el campus de Cuenca, sino también directores, productores, guionistas, cámaras, fotógrafos e incluso creadores de contenido, era necesario celebrar por todo lo alto la cantidad de profesionales con sello 'UCLMer' que ya son parte de la historia de la Facultad de Comunicación de Cuenca.
Un vínculo indeleble. La educación permite a las personas adquirir entendimiento para inspirar el cambio y estar preparadas para entender y liderar el mundo en el que van a desarrollarse como adultos. Es quizá esa la razón por la que se desarrolla un vínculo único con los maestros, como una firma que, de un modo u otro, siempre marca quiénes somos en el mundo profesional y, en muchas ocasiones, hace que los que ya son profesionales vuelvan al que también es hogar a consultar a quienes un día les enseñaron.
Algo así sucedía en la Facultad de Comunicación, donde todavía no podían hablarse de reencuentros para no cometer pecados veniales de juventud, pero donde sí había una necesidad de contacto entre egresados y mentores, tal y como apunta el decano de la facultad, Jose María Herranz: «El contacto que teníamos con nuestros alumnos una vez acabados sus estudios era prácticamente personal, basado en las noticias que pudieran recibir los propios profesores de ellos o en ese seguimiento a través de las redes sociales».
Con el objetivo de vincular a la propia facultad dentro de esta relación con los graduados sin perder la esencia familiar que tanto ha caracterizado a la institución, promoción tras promoción, surgió la necesidad de establecer un contacto más formal que permitiera la interrelación entre egresados.
Herranz subraya que «un encuentro es algo que nunca habíamos hecho con egresados, aunque sí que es cierto que habíamos contado con ellos para momentos puntuales como clases o jornadas, pero de algún modo nos apetecía que volvieran a la facultad con una actividad en la que además de volver a vernos compartieran con sus compañeros cómo está el mercado laboral y de qué están trabajando cada uno de ellos».
En una facultad donde la norma es la interdisciplinariedad, es casi una obligación conocer los distintos perfiles que existen en la cartera de exalumnos para fomentar el compañerismo, las oportunidades y el contacto directo entre promociones que tienen tantos factores diferentes que ofrecer entre sí. Herranz señala que entre sus licenciados hay todo tipo de perfiles, desde puestos más tradicionales vinculados a los medios de comunicación o a las empresas, hasta la creación de contenidos, los emprendedores o incluso aquellos que tangencialmente están realizando otro tipo de trabajos.
El vicerrector del campus de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha, César Sánchez Meléndez señala, por su parte, que «es un encuentro reciente dentro de los que tenemos en el campus, pero este tipo de actos siempre consiguen reforzar esa sensación de pertenencia además de permitir hacer contactos y networking, lo que resulta tremendamente positivo, y por ello tratamos de promocionar este tipo de actividades». El decano de la facultad destaca que «aunque los alumnos tienen un contacto más o menos directo a través de los grupos de WhatsApp dentro de su propia promoción, lo que buscamos con este tipo de encuentros es un intercambio y la relación entre distintas promociones».
Un momento para celebrar. Fue precisamente esa relación entre los propios alumnos la que motivó este encuentro. José María Herranz apunta que los estudiantes, «especialmente aquellos que hacía más tiempo que se habían licenciado», habían mostrado interés en volver a reunirse en algún tipo de acto. El decano da nombres propios de alumnos con los que han tenido más contacto, como Pablo Gómez Iniesta, que fue investigador en la Universidad hasta hace unos meses, o Miguel Delgado, que está contratado dentro de la unidad de Cultura Científica de la UCLM desde hace un año.
De ellos surgió la idea de generar un contexto en el que los alumnos volvieran a la que había sido su facultad y generar ese encuentro entre alumnos de diferentes años. Cuando recogieron la iniciativa, que desde decanato también llevaban tiempo planteando, ese contacto casi familiar gracias a las redes sociales y los grupos vía aplicaciones de mensajería instantánea se convirtieron en una herramienta clave para la convocatoria. Tal y como apunta Herranz, «gracias a todas esas redes informales y al contacto que mantienen muchos de nuestros profesores con los exalumnos ha sido muy fácil llegar hasta ellos».
Este primer reencuentro, que pone el broche de oro tras una década desde que se graduó la primera promoción en 2014, es una apuesta «más cualitativa que cuantitativa», señala Herranz. El decano, que afirma que el número de alumnos que han confirmado su asistencia asciende hasta el medio centenar, ha destacado que para comenzar su andadura organizando este tipo de eventos y creando una relación formal con los alumnos para que la universidad siga siendo su casa una vez concluyan su periodo formativo buscaban un acto sencillo que siente el precedente para alcanzar cualquier posibilidad en el futuro con los exalumnos.
El acto, que se desarrollará durante el próximo día 22 en la facultad, está organizado en tres partes, comenzando por la recepción de los participantes con unas palabras de un periodista que actúe de padrino o madrina del acto. Aunque el decano señala que ya están haciendo las gestiones pertinentes y que manejan varios nombres, asegura que será alguien que además de actuar como maestro de ceremonias también pueda proporcionar una perspectiva propia sobre la situación del mercado laboral, así como diferentes cuestiones relacionadas con la profesión. En segundo lugar, serán los egresados quienes protagonicen el encuentro a través de diferentes mesas redondas en las que intercambien perspectivas sobre el futuro, el momento que atraviesa la profesión, las vías hacia las que se está especializando y las posibilidades que hay. Por último, el acto se clausurará con un vino español para que los asistentes puedan acercarse entre sí y conversar de manera más distendida. Aunque el acto es por y para los periodistas licenciados, el decano subraya que en esta primera edición estarán invitados los alumnos de últimos cursos de la facultad «para que sean personas cercanas a ellos, compañeros, quienes les inspiren y motiven».
Precedente. A través de la primera reunión de la facultad, Herranz asegura que quieren marcar un precedente con el objetivo de que sean los propios egresados quienes hagan sus propuestas de diferentes iniciativas en adelante; «aunque es cierto que en esta primera edición hemos tomado desde la facultad y el decanato más las riendas del acto, esperamos que en el futuro sea un mar de posibilidades, desde proyectos de los propios alumnos hasta continuar la formación de los profesionales dentro del propio campus con cursos para especializarse o máster».
En esta misma línea, apunta César Sánchez que «el futuro del centro es seguir adaptándose en la medida de nuestras posibilidades a lo que los perfiles profesionales y sociales relacionados con el mundo de la comunicación demandan. Creo que el futuro es hacer cambios complementando la formación permanente a través de títulos de postgrado, máster o cursos de especialización en las nuevas tendencias, trabajando líneas como podría ser la inteligencia artificial».
Tras diez años licenciando promociones, la Facultad de Comunicación ya cuenta con diez promociones de Periodismo, tres de Comunicación Audiovisual y dos del doble grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. El vicerrector comenta cómo en su andadura y gracias a los estudiantes, esta facultad ha transformado el campus: «Estos diez años han supuesto una transformación radical de la fisonomía del propio campus con la construcción de nuevos edificios y han impulsado al global de la comunidad universitaria. El propio perfil tanto de los profesores e investigadores como de los alumnos de las diferentes titulaciones ha supuesto un salto en cuanto a compromiso social que se ha hecho notar en todas esas iniciativas solidarias que realiza nuestro campus, que son tan importantes para nosotros así como en las iniciativas culturales».