La consejera de Igualdad, Sara Simón, manifestó ayer que el Gobierno regional sigue trabajando para hacer frente a desigualdades económicas estructurales que existen entre mujeres y hombres, «y que constituyen, en muchos casos, una forma de violencia con la que también es justo y necesario acabar». Así se expresó Sara Simón durante la inauguración de unas jornadas, organizadas por UGT Castilla-La Mancha, en el marco de la conmemoración del 25N, bajo el lema 'Súmate al cambio'.
Durante su intervención, la consejera expuso datos y cuestiones vinculadas al ámbito económico «en las que registramos avances importantes como la reducción en cinco puntos de la brecha salarial (siendo Castilla-La Mancha una de las comunidades autónomas de España con menor brecha salarial, que se sitúa en los 3.742 euros de diferencia), la reducción de 15 puntos de la tasa de paro femenina en los últimos ocho años o el incremento de 7.520 mujeres emprendedoras».
Aún así, la responsable regional de Igualdad aseguró que no se trata de «datos con los que conformarnos» y ante ello recuerda que tiene «el mandato firme del presidente García-Page de modificar la Ley de Igualdad para poder seguir avanzando en muchos aspectos como en las oportunidades de las mujeres para desarrollar su vida profesional».
Simón reivindicó las políticas de igualdad frente a las voces que piden la eliminación de la Consejería, aludiendo a la inversión de diez millones de euros anuales en la red de 87 centros de la mujer, cinco millones de euros en recursos para la atención a víctimas de violencia de género o cerca de quince millones en el fomento de políticas de corresponsabilidad.
«A mí me preocupan muchísimo esas declaraciones porque lo que transmiten a las mujeres que están en su casa y que son víctimas de la violencia de género es que el dinero que se está destinando para protegerlas no es necesario», apostilló.
el «contador de la vergüenza». Por su parte, el secretario general de UGT Castilla-La Mancha, Luis Manuel Monforte, lamentó que en nuestro país tengamos que mirar cada cierto tiempo al «contador de la vergüenza», aquel que habla de las mujeres que han muerto asesinadas a manos de sus parejas y de todas aquellas que día a día sufren la violencia de género. Considera que es un problema de primer orden, «una lacra» a la que debemos hacerle frente y con cuya eliminación el sindicato está totalmente comprometido.
Monforte quiso lanzar un claro mensaje a esa «ultraderecha que continua negando la violencia machista». El líder de UGTles avisó:«No vamos a permitir que juegue con las palabras y los colores y que cuestiona una realidad que es más que evidente».