El Baskonia ganó este viernes por un ajustadísimo 84-83 al Partizán en la jornada 6 de la Euroliga, con destacada actuación del ala-pívot nigeriano Chima Moneke y haciendo bueno otro redebut del montenegrino Dusko Ivanovic como entrenador baskonista, en los albores de su cuarta etapa como apagafuegos del banquillo.
El Fernando Buesa Arena asistió al inicio de otra 'era Ivanovic' con un 8-3 de arranque. Un triple de Matt Costello y cinco puntos seguidos de Tadas Sedekerskis lo habían fraguado, aunque el Partizán contestó pronto para igualar la contienda (10-10) y amenazar con la ayuda de Frank Kaminsky, de James Nunnally y sobre todo de Tristan Vukcevic.
Uros Trifunovic cortó una nueva estirada del Baskonia (17-16) con un triple y, poco más tarde, hizo lo mismo con una hábil canasta (21-18). El empate del primer cuarto (23-23) reflejaba que Ivanovic tenía bastante labor por delante para enmendar los errores de su plantilla en defensa.
No en vano, el equipo de Belgrado se situó 23-29 después de un triple de Vukcevic; eso alertó a la grada local, que al menos vio cómo Chima Moneke entraba en escena junto a Codi Miller-McIntyre para guiar un parcial de 15-0 (38-29). El escolta búlgaro-estadounidense, con soltura, dio una lección sobre manejar los tempos en cada jugada.
El arma visitante para contrarrestarlo fue Nunnally, cuya destreza impidió que la brecha creciera (46-42) antes del descanso. No obstante, al regreso de los vestuarios se pasó del 48-42 a un 53-50 peligroso para el club de Vitoria. El flujo de ideas en ataque había desaparecido y Markus Howard tardaba en carburar, con Miller-McIntyre peor de cara al aro.
Dos canastas seguidas de Zach Leday, un triple de Danilo Andjusic y otra acción productiva de Ognjen Jaramaz alejaron al Partizán (55-61) mientras entre las filas locales no emergía ninguna solución. Un triple de Nunnally prolongó la ventaja balcánica (58-66) y el Baskonia sobrevivió con tres tiros libres hilvanados por Vanja Marinkovic (61-66).
A 29 segundos de cerrar el tercer capítulo, Moneke apretó el marcador y dio esperanza a los suyos. Vukcevic complicó la tarea baskonista nada más empezar el cuarto periodo y Alen Smailagic se mostró fiable desde la línea del tiro libre, así que tocaba órdago con balones a Howard para evitar otra derrota en el 'Viejo Continente'.
En ese contexto, el base nacido en Nueva Jersey se echó el equipo a la espalda y contribuyó con un triple clave (70-74). Después de un tiempo muerto televisivo, un lanzamiento lejano de Sedekerskis hizo la 'corbata' en el aro, pero Howard sí acertó de inmediato desde más allá del arco (73-75).
Ese lance propició que Zeljko Obradovic pidiera tiempo muerto y Jaramaz lo aprovechó con una penetración a canasta. Sin embargo, Marinkovic convirtió otro triple de aúpa (76-77) y puso el encuentro en un puño. Las dudas invadieron al Partizán, que se vieron por debajo tras dos tiros libres encestados por Sedekerskis con sangre fría.
Quedaban 2:02 para el bocinazo definitivo y se vino una serie de altibajos. El 80-77, con canasta de Miller-McIntyre a raíz de un robo de balón, fue seguido de un triple de Jaramaz para empatar a falta de 1:15 para el desenlace. Y entonces Moneke se vistió de héroe, metiendo para dentro un rebote ofensivo (82-80).
Luego falló un triple Howard y al contragolpe anotó Nunnally un 2+1 (82-83) que regó de nervios al pabellón vitoriano, pues quedaban 13.2 de infarto. Miller-McIntyre no anduvo fino, ya que había cometido esa falta inoportuna y a continuación falló un triple vital; en cambio, Moneke emergió para salvar a la parroquia local.
El ala-pívot nigeriano capturó otro rebote en ataque y fue objeto de falta; con solo 1.1 por disputarse, transformó dos tiros libres (84-83) que supieron a gloria cuando Trifunovic sacó mal de banda en la posesión posterior en un pase hacia su compañero Kaminsky. Ahí murió el Partizán, y el Baskonia cogió aire en la clasificación (balance de 2-4).