El consumo de agua potable de los ciudadanos de la capital conquense y sus pedanías lleva experimentando un acusado descenso en los últimos años, hasta el punto de encadenar tres ejercicios consecutivos con caídas, frente a un incremento constante del número de abonados.
Las últimas cifras oficiales proporcionadas a La Tribuna por la empresa municipal Aguas de Cuenca constatan esta tendencia a la baja y cifran en 2.816.039 metros cúbicos la cantidad de agua consumida por los conquenses al cierre del pasado ejercicio 2023, lo que supone 185.270 menos que en 2022 y, por lo tanto, un descenso interanual del 6,2%.
Pero, por si fuera poco, esta cifra no sólo es inferior en un 18,7% a la de hace 14 años, cuando en 2010 los conquenses hicieron uso de casi 3,5 millones de metros cúbicos, sino que, además, es el dato más bajo de todo este periodo, cuyo consumo medio anual se situó en los tres millones.
Esta evolución a la baja, sin embargo, contrasta, y mucho, con la trayectoria experimentada por la cantidad de abonados al servicio municipal de aguas, puesto que no ha dejado de crecer año tras año, hasta el punto de que, por ejemplo, en 2013 rondaban los 30.800, mientras cuatro años más tarde ya se estimaban en torno a los 31.200 y, al cierre de 2023 se cifraban en 31.693.
Tendencia que no ha cesado y, de hecho, en los seis primeros meses del presente ejercicio, el número de abonados ha crecido en 39, hasta alcanzar la cifra récord de 31.732.
El consumo de agua cae a cifras nunca vistas desde 2010 - Foto: Elaboración propiaConsumo al detalle. El uso doméstico de agua, entendido como aquel que se da en las viviendas o locales privados, así como en establecimientos mercantiles que no dispongan de más puntos de consumo de agua que los destinados a aparatos sanitarios de uso exclusivo del personal, supone casi ocho de cada diez metros cúbicos consumidos.
En concreto, de los algo más de 2,8 millones de metros cúbicos utilizados en 2023, casi 2,3 fueron de uso doméstico, mientras que los 567.609 restantes correspondieron a consumo industrial, entendido como aquel uso que, de una forma u otra, viene exigido por la actividad mercantil que realiza, ya sean sociedades, industrias, restaurantes, bares, discotecas, mercados y similares.
Proporción, por cierto, que se mantiene en el primer semestre de este año, cuando de los 1,7 millones de metros cúbicos empleados por los 31.732 abonados, sólo 486.952 corresponden al consumo realizado por los 1.401 usuarios industriales.
El consumo industrial o comercial en 2023 se elevó en la capital a los 567.609 m3. - Foto: Reyes MartínezAsí las cosas, se puede afirmar que cada conquense consumió 144 litros al día el pasado año, de los cuales 115 correspondieron a uso doméstico. Un consumo bastante más bajo que los cerca de 170 de 2021 o los casi 180 de hace once años, en 2013.
Pero, como es de esperar, dicho consumo no es homogéneo, más bien todo lo contrario, incluso, hasta dentro del uso doméstico, hay distinciones. Y es que, por ejemplo, el 61% del agua utilizada en el ámbito doméstico corresponde al tramo de consumo entre 0 y 40 metros cúbicos, el 23% al de 100 o más y el 16 restante al de 31 a 100 m³.
Y de la misma manera, la distribución geográfica del consumo de agua en la capital y sus pedanías también es variopinta.
De hecho, a tenor de las lecturas de contadores, que se distribuyen en once rutas, señalar que, dejando a un lado los polígonos industriales, la zona de las avenidas Mediterráneo y Música Española y la calle Hermanos Becerril aglutina el mayor consumo por abonado del primer semestre, con 75,94 m³, y le siguen los 50,52 de Villa Román III.
Eso sí, con zonas industriales incluidas, la palma se la lleva la ruta de las pedanías y el polígono de la carretera de Madrid, con 247,31 m³; la de los polígonos del Sepes, Cantorral y Los Palancares, con 141,98; y los 53,03 de la de avenida Reyes Católicos, el entorno de la plaza de toros, Siglo XXI, Cerro de la Estrella y el polígono de La Cerrajera.