El Obispo Laplana acogerá este domingo (12 horas) una auténtica batalla entre dos equipos que buscan conseguir la victoria a toda costa para soñar con la salvación de la categoría. El San José Obrero y la Balona Conquense son conscientes de que el tiempo se acaba y cada vez es más complicado obrar el milagro. Aún hay tiempo, pero ninguno de los dos puede permitirse perder en este emocionante y decisivo derbi. El empate tampoco les vale porque ya están obligados a sumar de tres en tres.
El San José Obrero, que es decimoquinto en la tabla, actuará de anfitrión e intentará sumar los tres puntos «sea como sea», señala el técnico, David Angulo. Una racha de cinco derrotas seguidas ha hecho que el equipo caiga en el pozo y ahora se sitúe a cinco puntos de salir del descenso. «Tenemos que ganar porque somos conscientes de que cada vez quedan menos jornadas», recalca el entrenador.
La mala noticia para los rojillos es que no podrán contar con su capitán Rufo, que volvió hace poco a la titularidad después de superar una lesión. Sin embargo, la acumulación de tarjetas amarillas le impide estar en esta importante cita. El resto de jugadores sí que están disponibles para un Angulo que está contento porque «puedo contar con casi todos mis jugadores, algo que no he podido hacer durante toda la campaña», señala. Con ello, el técnico espera que su equipo «esté bien concentrado en defensa» y a su vez «acertado de cara a portería». Y es que sabe a ciencia cierta que este tipo de partidos se podría decidir por pequeños detalles.
Por su parte, la Balona Conquense, que ocupa la penúltima plaza de la clasificación, intentará volver a la senda del triunfo tres jornadas después. Este equipo tiene aún más necesidad de ganar ya que se encuentran a nueve puntos de salir de puestos de descenso. No les queda otra que «no mirar al rival e intentar ganar cada partido», señala el presidente y también jugador, Fabián Gómez. Y es que de nada vale ya «fijarnos en contra quien jugamos, sino que tenemos que mirarnos a nosotros mismos y hacer las cosas que mejor sabemos hacer», añade.
La Balona Conquense llega al encuentro sin ninguna baja, algo que agradece Gómez para poder encarar el duelo con sumas garantías. El presidente confía en que sus jugadores «se dejarán todo» para intentar doblegar al vecino de la capital, aunque reconoce que «tenemos que hacer un buen partido» para que así sea.
Descanso. Ambos conjuntos vienen de aprovechar una semana de parón de competición. Los dos equipos han recuperado efectivos y han podido «corregir errores y pulir detalles», revelan tanto Angulo como Gómez. También ha sido un buen momento para «desconectar» y volver a la reanudación del campeonato con «las pilas cargadas», destacan. Y qué mejor que volver que con un derbi por delante.
Es cierto que el San José Obrero actuará de anfitrión pero en este partido no tiene mucha importancia. Y es que los jugadores de ambos equipos se conocen desde hace muchos años e incluso los integrantes de la Balona Conquense han podido entrenar y jugar en muchas ocasiones en las instalaciones del Obispo Laplana. Al fin y al cabo, ambos clubes se conocen a la perfección.
Por lo tanto, un derbi con mucha emoción donde tanto Angulo como Gómez esperan que prevalezca «el espectáculo y se pueda ver un gran partido». Además, como no podía ser de otra forma, el Obispo Laplana espera albergar a centenares de aficionados que no se quieren perder esta cita por nada del mundo. Eso hace que la emoción y la tensión se disparen. Todo preparado para vivir otra fiesta del fútbol conquense.