Siete días después de la terrible riada que engulló la parte baja del municipio serrano de Mira, en ambas riberas del río Ojos de Moya, la normalidad se va abriendo paso poco a poco entre los restos de la destrucción.
Los vecinos, mientras tanto, intentan dejar atrás la «pesadilla» de la DANA y se esfuerzan por regresar a la rutina, aunque les resulte muy difícil con el panorama de desolación que ha dejado tras de sí en muchos puntos del pueblo, así como en sus propias viviendas, naves y negocios.
En esa tesitura, se encuentra Patricia Castellanos, una mexicana afincada en Mira desde hace siete años, que veía cómo la riada destrozaba su casa y se llevaba por delante el negocio familiar, el Pub La Puerta Verde, y, por lo tanto, «el sustento familiar y única fuente de ingresos», subraya a La Tribuna.
- Foto: Reyes MartínezDice «no haber asumido aún lo ocurrido», al igual que el resto de vecinos de Mira, porque cree que «no somos conscientes aún de la magnitud de la destrucción». Ahora que ya tiene muy avanzada la limpieza del pub, gracias, según recalca, a la ayuda de mucha gente de los pueblos de alrededor, «a los que estaré eternamente agradecida», su prioridad es reconstruir su negocio y reabrirlo cuanto antes. Eso sí, confiesa que «ni se ha planteado cómo afrontarlo».
Para ello, unos amigos pusieron en marcha una campaña de crowdfunding para recaudar fondos que les permita a acometer los muchos trabajos a ejecutar, a los que se han sumado bastantes artistas, para dar difusión a la iniciativa.
Adoración Blanco, que tuvo que ser rescatada por la Guardia Civil tras 12 horas aislada en la cámara de su vivienda, ve con tristeza cómo ha quedado su casa, a la que no pudo acceder hasta dos días después de la riada. Una vez limpia, la planta baja está completamente vacía, porque «lo destruyó todo», hasta el punto de que «todos los recuerdos de mi familia se los ha llevado el agua».
Pero los terribles efectos de la DANA fueron muy variopintos y, por ejemplo, Francisco Parra no perdió su casa, pero sí un autobús, que tenía aparcado junto a la parada próxima al río y con el que realizaba la ruta escolar entre Mira y Landete. «El agua se lo llevó 150 metros, lo golpeó contra la esquina de un inmueble y quedó totalmente destrozado».
Lamenta, en este sentido, que «nadie nos haya llamado para interesarse por ello, tan solo para decirnos que debíamos tener el servicio en marcha para este lunes».
Entre tanto, técnicos de la Diputación continúan revisando las viviendas e indicando a los bomberos cuáles deben apuntalar para garantizar la seguridad de todos, según el aparejador David Nieto.