El declive demográfico de la provincia de Cuenca ofrece señales de esperanza para revertir una situación que afecta a muchos municipios. Y es que la provincia de Cuenca ganó 1.796 habitantes y el censo situó la cifra de población en 198.436 a 1 de enero de 2023, con lo que está a las puertas de traspasar los 200.000 habitantes. Así se desprende de los resultados del Censo de Población publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que revelan que la cifra de vecinos del territorio conquense aumentó casi en un uno por ciento al pasar de 196.640 habitantes a 1 de enero de 2022 a los 198.436 de este mismo año. 

El aumento del censo es mayor aún si se comparan los datos con fecha de 1 de enero de 2021, cuando el INE contabilizó 196.510 habitantes en la provincia, lo que supone 1.926 más en dos años. En Cuanto al sexo, de los 198.436 conquenses que contabiliza el censo, la mayoría son hombres. En concreto hay 99.934 frente a 98.502 mujeres.

Una de las claves para entender el aumento de habitantes en una provincia que tiene en la despoblación uno de sus principales caballos de batalla está en la llegada de extranjeros. Según los datos del censo de población del INE, desde 2021 no ha parado de crecer. El 1 de enero de 2021 había en territorio conquenses 24.339 personas nacidas en otro país. Un año después, la cifra ascendía a 25.238. Y ya el 1 de enero en el censo figuraban 28.069 personas nacidas fuera de nuestras fronteras y 170.367 españoles. 

Por nacionalidades, la mayoría de censados son rumanos, que suman 7.915. Le siguen marroquíes (5.115), colombianos ( 2.925), ucranianos ( 1.110) y peruanos (1044). Lo que ocurre en la provincia de Cuenca es un reflejo de la tendencia nacional ya que España supera los 48 millones de habitantes por el aumento de extranjeros, que son más de seis millones.

128 menos en la capital. El aumento poblacional de la provincia no se traslada a la capital con un censo a 1 de enero de 2023 que asciende a 53.630 habitantes, con lo que pierde 128 respecto a la misma fecha del año anterior. También comenzó este año con menos habitantes que al inicio de 2021, cuando la capital tenía un censo de 54.187 habitantes.

Entre los municipios que aumentan población está Tarancón, que pasa de un censo de 15.864 habitantes el 1 de enero de 2022 a 16.331 al inicio de 2023 al ganar 467 vecinos más. Mota del Cuervo también aumentó su censo en 51 personas respecto a 2022 lo que deja 6.084 habitantes Otro municipio que ganó población es Motilla del Palancar que en un año suma 82 vecinos más con un censo a comienzo de año de 6.168 habitantes.

La otra cara de la moneda está en otros grandes municipios de la provincia como San Clemente con 33 vecinos menos en un año y un censo de 6. 794 habitantes. Quintanar del Rey pierde 27 habitantes y se queda en 7. 655. Las Pedroñeras también sufrió un ligero frenazo al contar el 1 de enero de 2023 con 6.647 personas censadas frente a las 6.666 del 1 de enero de 2022.

El 23,02% de la población tiene 65 o más años. Uno de los retos demográficos que hay cada uno de los 238 municipios repartidos por la provincia tiene que ver con el envejecimiento de la población. Según el INE, el porcentaje de personas de 65 y más años respecto a la población total de Cuenca también se ha ido incrementando en los últimos años. En concreto, según los Indicadores de Estructura de la Población, el 23,02 por ciento de las personas censadas en la provincia tienen 65 años o más mientras que hace un año el porcentaje era del 22,97%. El 17,51% tiene 70 y más años, el 12,66% tiene 75 y más años. Son cifras que hablan por sí solas del envejecimiento de una provincia cuya tasa bruta de mortalidad en 2022 era de 13,04 por cada mil habitantes – un año antes era de 0,61–, y con una esperanza de vida está en 83,09 años.