Pasan los días y, como no puede ser de otra manera, seguimos conmocionados por los efectos devastadores provocados por la maldita DANA. En Paiporta, Chiva, La Torre, Alfafar, Picaña, Catarroja y tantos otros lugares siguen presentes las huellas de la tragedia.
Sí, a lo que parece Gobierno central y gobierno autonómico valenciano dicen haberse puesto manos a la obra para dar solución a esa devastación.
La palabra que más utilizan es "reconstrucción" pero, en mi opinión, además de reconstruir, debería aprobarse un estudio riguroso sobre dónde y cómo reconstruir y construir con las máximas garantías para evitar que, si en el futuro se desencadena otra DANA o cualquier fenómeno similar, pueblos y ciudades no vuelvan a sufrir los efectos terribles que se han producido ahora.
No olvidemos que en nuestro país muchos núcleos habitados, están construidos en zonas en que nunca se debió de construir en el pasado. Pero el desarrollo mal entendido dio lugar, allá por los años sesenta, a que alcaldes y otras autoridades dieran permiso para levantar casas y urbanizaciones en lugares inadecuados.
La Naturaleza siempre vuelve a reclamar lo suyo, y son evidentes los peligros de haber construido en una torrentera, una rambla, en zonas donde en algún momento hubo un arroyo o un río, o donde las características del subsuelo no son las adecuadas, etc, etc. Para eso están los geólogos, los ingenieros, los arquitectos, amén de las autoridades, para garantizar que cuanto se construye lo sea con seguridad.
Los poderes públicos tienen que asumir la responsabilidad de encargar estudios sobre los terrenos donde se ha cebado la catástrofe de la DANA. Los trabajos de reconstrucción deben de tener en cuenta todas las variables y, por tanto, que se adopten las medidas técnicas necesarias para quienes han sufrido la pérdida de sus viviendas o han visto sus pueblos asolados por el agua, no vuelvan a sufrir semejante tragedia en el futuro. Si no se hace, se estará cerrando el problema en falso.
Hay que reconstruir lo que la DANA ha destrozado, sin duda, pero la cuestión es de qué manera.
Desde que tengo memoria recuerdo que raro es el año en que no se anuncia una "gota fría" en esa zona del Mediterráneo en que está situada la Comunidad Valenciana. Por tanto, es evidente que los responsables políticos del pasado, y no solo del pasado remoto sino del reciente, no han ido adoptando las medidas necesarias para intentar paliar los efectos de esas "gotas frías" que a veces desencadenan un diluvio de consecuencias imprevisibles.
De manera que, a pesar de que el señor Mazón ha dejado demostrada su incapacidad como gobernante, y el gobierno del señor Sánchez no supo estar a la altura de la catástrofe, deberían estar trabajando en que las soluciones que se den hoy a los efectos de la DANA no sean poner un parche en el presente, sino evitar otra tragedia en el futuro. Esperemos que sean capaces de hacerlo los unos y los otros.