La localidad conquense de Iniesta ha sido una de las más afectadas por las fuertes lluvias caídas en la tarde de este martes, que han provocado que más de un centenar de viviendas y la cooperativa se hayan inundado así como se ha tenido que cortar al tráfico una carretera, la CM-3222, por acumulación de agua.
Según informa el servicio de urgencias y emergencias 112, la depresión aislada en niveles altos (DANA) que está afectando a la península ha causado en la región un total de 63 incidentes, de los que la mayor parte, 53, se han registrado en la provincia de Cuenca, con Iniesta como el pueblo más afectado.
Además, se han contabilizado cinco incidentes en la provincia de Albacete, tres en la de Ciudad Real, dos en Guadalajara y uno en Toledo.
Las fuertes lluvias castigan a Motilla del Palancar - Foto: Javi Martínez (@javimrl_)Las personas afectadas por la inundación de sus viviendas han pasado la noche en casas de familiares y amigos.
La carretera CM-3222 se encuentra cerrada a la circulación entre los kilómetros 28 y 37, debido a la acumulación de agua en la calzada.
Por su parte, la carretera CM-311, que anoche se tuvo que cerrar al tráfico por balsas de agua a la altura de Villanueva de la Jara, ya ha sido abierta a la circulación.
Dos heridos en San Clemente. Por otro lado, dos personas resultaron heridas este martes en San Clemente, al caer sobre el vehículo en el que se encontraban un tejado y un muro, que se han desprendido a consecuencia de la abundante lluvia y granizo que había caído en el municipio.
El incidente se produjo a las 18.41 horas en la calle Luján, en la que estaba estacionado el vehículo en el que se encontraban los dos heridos, que sufrieron heridas de carácter leve y se desplazaron por sus propios medios hasta el centro de salud de San Clemente, han informado a Efe fuentes del servicio de emergencias 112. De momento, se desconoce la edad y el sexo de los dos heridos.
Hasta el lugar se desplazaron bomberos del parque de Villarrobledo (Albacete) y agentes de la Policía Local de San Clemente, que pidieron al 112 que diera aviso a la compañía energética, ya que comprobó que el desprendimiento del tejado y el muro arrancó también unos cables eléctricos, que quedaron tirados en la calle.