Pañuelo preparado, camiseta y sudadera planchadas, bebida encargada y comida organizada, además de tener todo a punto en cuanto a logística para ocupar y acondicionar el espacio designado en el Casco Antiguo. Y es que a falta de menos de cuatro días para disfrutar de San Mateo es importante tener todo preparado. Aunque a estas alturas, a ninguna de las 42 peñas participantes se les escapa algo de cara al inminente inicio de estas fiestas tan importantes para los conquenses. Y es que la previsión y la organización es fundamental para que no falte absolutamente de nada. Un ejemplo de ello es la peña Patrimonio, que ya tiene su hoja de ruta para que el centenar de sus peñistas tengan siempre todo al alcance de la mano.
La presidenta de la peña Patrimonio, Maribel Gil, explica que «desde mediados de agosto nos ponemos manos a la obra para organizar San Mateo». En este grupo, que son como una «gran familia», marcan el 25 de agosto como fecha límite para inscribirse, «aunque siempre hay algún rezagado que llega después». Tener cuanto antes un listado de personas que formarán parte de la peña es «fundamental porque tenemos que hacer el pedido de camisetas con margen de tiempo para que lleguen a tiempo». Eso hace que la vestimenta, que compran cada año sin variar ni colores ni logo, ya esté en sus manos. De hecho, entre ayer y hoy repartirán todas a sus miembros. Una vez más lucirán el pañuelo azul celeste, la camiseta azul turquesa y la sudadera azul marino. Y es que así lo llevan haciendo desde 1998.
Patrimonio almacena toda la logística en el barrio San Antón. En una nave guardan la bebida, el equipo de música y los materiales necesarios para levantar una caseta en el callejón Obispo Guerra Campos, que es el lugar que tienen designado para celebrar San Mateo. El siguiente paso es trasladar mañana hasta un local alquilado de la Plaza Mayor todas las existencias. De esta manera, cada día «cogeremos lo necesario para pasar el día y, si hace falta algo, bajamos a por más cosas». Este sistema es la base de una «buena organización».
Todo más que preparado - Foto: Manu ReinaComida. En esta peña elaborarán «más de 1.000 bocadillos» entre los cuatro días y desde el primer chupinazo tendrán un bidón de zurra de 600 litros, que podrían ser más en relación al consumo que haya. «No queremos hacer demás porque cada vez somos más mayores y bebemos menos», explica Maribel, que ejerce como presidenta de Patrimonio desde su fundación. De hecho, ella tiene claro que quiere seguir en el cargo porque reconoce que «no me canso».
De esta manera, el peñista tendrá un bocadillo por día en las horas de merienda y cena. Al término de cada jornada, «uno de nuestros miembros bajará al albergue todos los bocadillos que hayan quedado porque no podemos desperdiciar nada».Además, cada uno de los miembros, que llevarán una pulsera identificativa cada día, disfrutará de un exquisito menú gastronómico. Maribel reconoce que es «bastante contundente en cuanto a comida». No obstante, para rebajar las calorías, «siempre nos tomamos una copita de crema de orujo o de resoli». Eso sí, ninguno podrá tomarlo hasta que «no se recoja absolutamente todo». «Es importante mantener el entorno limpio y actuar con civismo», añade.
Además, Patrimonio elaborará unas gachas el jueves para todos sus peñistas, además de degustar «unos deliciosos pasteles». Y es que no hay nada mejor para vivir las últimas horas de estas fiestas de la vaquilla. Tomarán buena nota de cómo elaborar unas gachas porque el domingo participarán por primera vez en el concurso.
Espacio. Maribel subraya que «tenemos un espacio privilegiado» en el callejón Obispo Guerra Campos. Mucho más cuando habilitan distintas zonas más allá de la central, una para que los niños puedan jugar y otra para coger bebida sin alcohol. «Tenemos todo controlado y nos organizamos muy bien». Es cierto que todo es más fácil cuando gran parte de los peñistas de Patrimonio «hemos crecido juntos desde hace varias décadas». Tanto es así que quienes en 1998 saltaban como jóvenes ahora lo hacen como padres. Y en este sentido, «es muy emocionante ver cómo tus hijos viven San Mateo desde dentro». Además, la presidenta incide en que es «importante» animar a los pequeños a que participen en los actos programados. Ya que, de esta manera, «la tradición y la festividad pasa de generación a generación», sentencia.