El final de año se acerca tan inexorable como espera el próximo a la vuelta de la esquina. En un puñado de meses, que pasarán 'volando', Álvaro Martínez Chana cruzará el ecuador de su segundo mandato al frente de la Diputación Provincial. La industrialización del territorio, llevar más servicios a los municipios y seguir recortando distancias en despoblación son sus objetivos. Unas metas que persigue desde el «optimismo», pero «confiado» por los datos.
A las puertas de la Navidad, no sé si es más de Reyes Magos o de Papá Noel. ¿Ha escrito ya la carta?
Soy más de Reyes Magos [risas], que no te quepa la menor duda. En este sentido, respeto las tradiciones importadas, pero me siento más identificado con la tradición de los Reyes Magos, a los que no hay que agobiar. Las peticiones son más para los niños... Más que petición, es un ruego de ayuda para que podamos seguir en la línea en la que venimos trabajando, pero sobre todo salud, que es nuestro bien más preciado, porque a partir de ahí ya podemos hablar de empleo, de servicios o de otras cuestiones.
«Haremos planes de emergencia de inundación en los municipios» - Foto: Reyes MartínezEstamos muy cerca de cerrar un año al que ¿cómo calificaría y cuáles han sido los hitos del mismo?
Sería muy presuntuoso ponernos nota o autoevaluarnos; esa evaluación la tienen que hacer los ciudadanos de esta provincia. Nosotros tenemos que dedicarnos a trabajar para cumplir la promesa con la que nos presentamos. Al final, más que nota, me refiero a datos objetivos, que son los que de verdad sirven para evaluar el trabajo de la Diputación. Si hablamos de empleo, son datos muy buenos, tenemos una provincia con poco más de un 9% de paro, y eso es prácticamente un paro técnico; de hecho el problema que tenemos en muchos sectores es de falta de mano de obra. También está el crecimiento de la actividad económica, que es importante, más de tres puntos en estos últimos años. En población, hemos crecido en casi 2.000 personas desde 2022, y algo más de 1.300 de ellas, en municipios de menos de 5.000 habitantes. Esto es una lucha de medio plazo y puede haber picos de sierra, pero la tendencia es positiva. Cuenca está en el puesto número diez en calidad de vida de las provincias de este país, y además tenemos récord de cifras en turismo.
Población y empleo caminan de la mano. ¿Cuenca es ahora una provincia con más oportunidades que cuando usted llegó al cargo?
Las oportunidades de Cuenca estaban ahí; la materia prima estaba ahí. Cuando hablamos de nuestra potencia en el sector agroalimentario, en la bioeconomía forestal, en las energías renovables o en la economía circular o cuando hablamos de nuestra posición estratégica, las oportunidades estaban ahí. Lo que está cambiando es la forma de afrontar ese potencial y de aprovecharlo.
No en vano, el otro día entregamos los Integra 4.0 a 17 empresas. Es esa alianza estratégica entre las instituciones y el mundo empresarial el que está haciendo que oportunidades que estaban ahí se estén plasmando en realidades que están cambiando la tendencia de esta provincia. Esto no se cambia de la noche a la mañana, pero es un goteo de buenas noticias que nos hace reafirmar las políticas que teníamos y la que nos hemos marcado como prioridad, que es la industrialización de nuestro territorio. Ese será nuestro principal caballo de batalla durante los dos años y medio que restan de legislatura. En Diputación hemos cogido el toro por los cuernos, creo que seremos la única del país que nos hemos lanzado a este reto, y lo haremos de la mano de los ayuntamientos, de los empresarios y del Gobierno regional.
La joya de la corona en este sentido es el Parque Científico y Tecnológico. ¿En qué punto se encuentra?
Está casi finalizado el periodo de alegaciones en la parte del impacto medioambiental, a falta de un informe. Estamos incidiendo y mucho para que en poco espacio de tiempo se pueda dar la aprobación definitiva y comencemos las obras. Ojalá algún día en este país ese entramado burocrático se vaya aligerando porque nos vemos muy condicionados por el mismo. Pero bueno, ya está en su recta final y durante este primer trimestre esperamos acabarlo para empezar con el proceso de urbanización y reparcelación.
La burocracia no ayuda a sacar adelante proyectos. ¿El ruido político tampoco ayuda?
El ruido nunca me ha gustado. El papel de la oposición es fundamental en un sistema democrático porque tienen que fiscalizar nuestro trabajo. No creo que estemos en una provincia en la que el ruido sea ensordecedor. A uno le pueden gustar más o menos ciertas declaraciones, pero de un tiempo a esta parte comprobamos que ha bajado un poco el tono y encontramos puntos de encuentro en beneficio de la provincia. Muchas veces el ruido no viene por asuntos locales, sino más bien por lo que sale desde Madrid, pero bueno, cada uno es responsable de sus palabras. Nosotros nos dedicamos a trabajar, siempre con la mano tendida, porque eso es lo que agradecen los ciudadanos.
¿La alineación institucional se ha notado para bien en la pandemia, Filomena y ahora con la DANA?
Son tiempos complicados en los que el cambio climático está mostrando sus garras cada vez con más virulencia y más frecuencia. El año pasado tocó en Iniesta, Buenache, Belmonte o Villaescusa, y este año en la Serranía baja, con Mira como epicentro de la desgracia. Creo que más allá del papel de la Diputación, que estuvimos desde el primer minuto, ha sido esa alineación la que está haciendo que la respuesta que se ha dado sea más efectiva que en otros territorios. Aquí se están sentando unas bases sólidas para la reconstrucción del territorio. Estaremos ahí el tiempo que haga falta hasta que estas poblaciones recuperen la normalidad.
En este sentido, vamos a recoger una partida de 100.000 euros en los presupuestos para la elaboración de planes de emergencia de protección civil por causas de inundación. Diputación va a elaborar esos planes, comenzando por los municipios de mayor riesgo, haciendo una encomienda a Geacam, de forma que tengamos un estudio pormenorizado de las amenazas, pueblo a pueblo, de qué origina esas inundaciones, y en estos estudios se plantearán alternativas y posibles inversiones que apacigüen todo ello, de modo que cada municipio pueda contar con un plan para saber qué hacer cuando llegue una amenaza así.
Este será un trabajo que nos llevará años, empezaremos por los pueblos recurrentes en materia de inundaciones, pero la intención es abordar poco a poco todos los pueblos para que contemos con herramientas, que no te van a garantizar la absoluta seguridad, pero sí es una hoja de ruta. Iremos incrementando estas partidas año tras año con el ánimo de llegar a todos los pueblos. Toda inversión que tenga que ver con lucha contra el cambio climático es un dinero bien empleado. La alternativa es ver miles y miles de daños en empresas, viviendas, edificios públicos… Hay que establecer soluciones que pueden pasar por inversiones, por sistemas de alertas inmediatas, planes de evacuación...
¿Qué pasa con los presupuestos? El PP dice que no están aprobados todavía porque reina el «caos»...
Los presupuestos están prácticamente finalizados. El año pasado teníamos un documento del Ministerio que nos comunicaba cómo iban a quedar las entregas a cuenta; este año no lo tenemos. La incertidumbre nacional hace que estemos esperando. El caos es presupuestar, como se hacía antes, a boleo y así luego o no ejecutábamos o no se correspondía con la realidad. Son casi 17 millones que tenemos que reflejar para que se puedan invertir. Si el Gobierno nos hace llegar esa información le aseguro que en muy pocos días este presupuesto está listo para salir de la cocina. No vamos a esperar tampoco mucho. De hecho, podríamos llegar a final de año para aprobarlos sin contar con este dato porque están prácticamente realizados, pero creo que es inteligente esperar.
Entiendo que, en el peor de los casos, no van a ir más allá de finales del próximo enero, ¿verdad?
Estás en una buena línea.
El PP también critica que no se aumente el POS. Dicen que es «no tener sensibilidad» con los pueblos.
La sensación es la contraria, si nos dicen los ayuntamientos del PP que nunca se ha visto esta cantidad de ayudas… Cuando sacamos instalaciones deportivas y ayudas a colegios o caminos, eso es un Plan de Obras y servicios también. Hemos invertido 30 millones en carreteras y en este presupuesto se han incluido otros 17. Si eso es abandonar a nuestros pueblos... En fin, lo dicen quienes retiraron la aportación al POS cuando estaban en el Gobierno de España. Nosotros vamos a seguir cubriendo las necesidades de los pueblos, y a eso súmale algunas de las inversiones más importantes que ha hecho jamás esta casa, como la planta de residuos. Entiendo que algo tiene que decir, la oposición, pero basta con pasearse por los pueblos para ver que no solo no están abandonados, sino que en estos años de gobierno se han reforzado los servicios.
¿Martínez Chana es optimista con el futuro que se plantea a corto y medio plazo?
Siempre soy optimista y no cabe otra actitud cuando estás al frente de una institución porque ya bastantes agoreros hemos tenido en la historia de esta tierra. El optimismo tiene que ir sujeto al realismo y al trabajo, y en éste nos podrán igualar, pero no superar, al actual equipo de Gobierno. Cuando hablábamos de las oportunidades, cambiar la actitud y vender una imagen optimista de nuestra tierra ayuda mucho; yo soy optimista porque soy el primero que me creo que esta tierra tiene futuro.
¿Va a echar en falta formar parte de la Ejecutiva del PSOE?
Estar en el mayor órgano decisorio a nivel nacional siempre es un orgullo porque te permite poder exponer directamente a los responsables del país aquellas cuestiones que más importan e influyen en la provincia. Para mí ha sido un auténtico honor. He trabajado y defendido lo que he creído oportuno, siempre desde la lealtad, y en este caso por decisiones de la propia dirección han tenido a bien que no continuara. Yo seguiré trabajando de la misma forma, con la misma ilusión y siempre creyendo que éste es el mejor proyecto político para la provincia, la región y el país. Esté donde esté, mi compromiso no varía ni un ápice.