Soy consciente de que no soy el tío más cool del terruño, pero de ahí a que en ocasiones no entienda a mi familia… solo aspiro a un término medio.
No soy dudoso respecto a mi amor por el lenguaje. Me encantan los neologismos, palabras inventadas y demás gasolina lingüística. Reconozco que ciertos barbarismos me cuesta digerirlos. Supongo que es por mi ingenuo amor a nuestra arma de construcción masiva más potente: el español en todas sus variantes.
Vivimos una época en las que nos intentan imponer, colar formas inextricables de hablar y de construir el lenguaje, pero al final la palabra se abre paso, y es indudable que más allá de constructos sociales forzados aparece el ingenio, a veces la genialidad y siempre la economía y la practicidad, que no a veces la plasticidad y la estética.
No hace mucho, en una invariablemente peliaguda entrega de regalos de un amigo invisible, ante un ya pelado árbol de Navidad, un sobrino dijo que su(mi) regalo había sido PEC; tras comprobar que el regalo no era un disco de los Pecos y descartar que el chaval había sufrido un ataque de responsabilidad matriculándose en la UNED (no le regalé una prueba de evaluación continua ya resuelta con ayuda de Inteligencia Artificial y antiplagio) pregunté inocentemente a las sobrinas mayores qué significaba eso de PEC.
Tras un intercambio de miradas maliciosas y sonrisas compasivas con deje boomer, la pequeña se limitó a contestar que era el acrónimo de "por el culo", de lo cual deduje que, dado mi proverbial tino para los regalos, mi presente le había parecido simplemente espantoso.
Pero no, tras ver mi triste careto, me aclararon que significaba que le había gustado mucho. Y aunque desistí de inquirir en la búsqueda del origen de la expresión porque la charla comenzaba a tomar un derrotero sórdido, me puse de lo más pec acertar por fin con un maldito regalo.
Como siempre dura poco la alegría en la casa del ignorante, me puse de nuevo en alerta al oír a las sobrinas comentar lo mamadísimo que estaba uno de los primos que acababa de llegar a casa. Y claro, yo me fui directo a interceptarlo para que no vomitara encima de la abuela, cuando resultaba que lo que querían decir es que estaba más cuadrado que un sugus… saliendo mi cuerpo rebotado al intentar pararle como si fuera un NPC de un videojuego.
No es que uno ande haciendo trap por las esquinas, claro que sí guapi, pero tampoco hablo como el Arcipreste Hita, y a veces me cuesta ubicarme en según qué conversaciones… por más que a mis sobrinas les haga gracia que use expresiones ochenteras que le parecen muy lol; me explican que es el acrónimo de "Laughing Out Loud" que viene a significar "me río mucho". Con todo me congratula que controlen más inglés que yo y que sepan lo que es un acrónimo, cosas que yo a su edad no conocía ni en pintura.