Un futuro marcado por la cuarta guerra mundial es el escenario que elige Roberto Sanz (Cuenca, 1988) para construir la trama de la novela con la que debuta como escritor. Anochecer tenido de rojo (Editorial Círculo Rojo) es el título de una novela en la que los protagonistas, Mateo, un teniente comprometido con restaurar las comunicaciones, y Eki, un cabo marcado por el sufrimiento de la guerra, se enfrentan a desafíos en medio de un mundo caótico, desolado por la destrucción, y la esperanza por un futuro mejor.
Roberto Sanz, que estudió Humanidades en Cuenca y es profesor de Lengua y Literatura en Villares del Saz, admite lo mucho que ha disfrutado a la hora de escribir esta novela. No será la última porque ya esta manos a la obra con otra.
¿Qué es esta distopía que lleva el título de Anochecer teñido de rojo?
Es una distopía que tiene lugar en el futuro, aunque no doy una fecha concreta. Estamos en una cuarta guerra mundial y la novela es el escenario de varias historias que confluyen, que se van combinando, algunas más cercanas y otras más lejanas, en unos escenarios. Permite ver cómo las personas viven y reaccionan ante una situación tan nefasta como puede ser una guerra que afecta a todo el planeta.
¿Cuenca tiene protagonismo?
El protagonista es de aquí, de Cuenca. Está en el frente, en la frontera de Polonia, y cuando le dan un permiso de vacaciones regresa a su casa después de dos años sin saber realmente qué es lo que se va a encontrar.
¿Han influido las producciones audiovisuales con argumentos distópicos a la hora de escribir la novela?
El género distópico me encanta, tanto en novela como en cine o televisión. Siempre echaba en falta saber más. Normalmente en lo que es el producto audiovisual estamos en Estados Unidos o en Londres, pero nunca nos muestran lo que pasa en el resto del planeta. Yo quería dar esas pinceladas de diferentes lugares, de otras personas, con gente importante, que está dentro del Gobierno o del ejército, y gente que sigue haciendo su vida de la manera más normal que puede dentro de este conflicto.
¿La historia de esta novela ofrece motivos para la esperanza?
Creo en la esperanza. Espero dar un rayo de luz. Creo que al final, a pesar de todo, hay que tener confianza en el ser humano.
Se trata de tu primera novela. ¿Qué te ha llevado a escribir?
Siempre he intentado escribir, pero se perdían las cosas, no sé el porqué, si por el miedo... A la vez, también sentía una necesidad. Un día me vino la idea. Tenía varias ideas en la cabeza y cuando vi la oportunidad de juntarlas en esta historia es lo que me llevó a escribir. Empecé y lo disfruté mucho.
Entiendo que no será la única novela que vas a escribir…
De hecho, durante la presentación, ya anuncié que estoy trabajando en la segunda parte.
¿Dejas un final abierto en Anochecer teñido de rojo?
Lo que es la trama principal tiene el final cerrado. Pero en la novela hay varias subtramas y más historias.
¿Qué es lo más complicado del proceso de escribir?
Lo más complicado es ver que no me pierdo dentro del argumento. Hay varios personajes, hay varias tramas y subtramas. No quería perderme en ninguna de ellas. Ha sido, sobre todo, la organización de la evolución de las tramas y los personajes para que nadie se perdiera en la lectura.
La novela la has autoeditado. ¿Te lo planteaste así desde el principio o intentaste publicarla en editoriales tradicionales?
Cuando la empecé a escribir ni siquiera pensaba en el hecho de publicarla. Luego, cuando la vi con forma y que me estaba gustando fue cuando quise dar ese paso. Me informé en internet y a través de conocidos. Vi que es difícil llegar a las editoriales clásicas, que el proceso es más lento y que no eres tan protagonista del proceso de edición. Una de mis exalumnas ya había autopublicado con la editorial Círculo Rojo, vi el resultado, me gustó y fue lo que me animó a contactar con ellos. No fue la única editorial de autoedición con la que contacté. Haber sido partícipe de la edición, la corrección, la maquetación o el diseño de portada me ha hecho que lo disfrutará aún más porque era algo totalmente desconocido para mí.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido del proceso?
Ha sido muy emocionante. El momento que más me gustó fue cuando estábamos con la maquetación porque pude intervenir para hacer símbolos de los números de cada capítulo, las letras y demás. Cuando vas viendo esa forma de libro...
Acabas de presentar la novela. ¿Cómo es, por ahora, la respuesta de los lectores?
Al principio me daba miedo la opinión de la gente, si iba a gustar o no, porque obviamente no puede gustar a todo el mundo. Pero, de momento, la respuesta está siendo muy positiva. De hecho, hay vecinos del barrio, que son de diferentes edades, que están muy 'picados' con la novela. O también mis alumnos, algunos de ellos hasta me dicen que 'es el primer libro que me estoy leyendo de verdad'. La acogida está siendo muy satisfactoria.