El año no ha arrancado bien para el Conquense, que ya suma dos derrotas en lo que va de 2025. La última en Tenerife, un hueso duro de roer ante el que poco o nada pudieron hacer los balompédicos, superados en las dos áreas.
Los jugadores de Rober Gutiérrez salieron bien plantados en la ciudad deportiva del filial tinerfeño, uno de los rivales más duros de la categoría. Hasta la primera media hora de juego, de hecho, fue difícil saber quién jugaba en casa y quién estaba por delante en la tabla. Unos y otros tuvieron algunas ocasiones, insuficientes para abrir la lata, aunque a los puntos fueron algo más claras las de los insulares. Los últimos diez minutos de la primera parte fueron prácticamente en exclusiva del Tenerife, que pudo adelantarse en el marcador en un par de ocasiones muy claras, y es que el Conquense se desconectó en cierta media, bajó un punto la intensidad y pidió el descanso como agua de mayo. Lo mejor, el inmaculado resultado, que dejaba todo por decidir en la segunda mitad.
Una segunda mitad que no pudo arrancar de peor forma. A los dos minutos de la reanudación, jugada personal de Alassan desde el costado izquierdo, que buscó un disparo fuerte ante el que Raúl Bernabéu pudo hacer más. El meta blanquinegro se quejó de que no tenía la mejor visión y cuando se quiso dar cuenta ya tenía el esférico en la misma cara. Cinco minutos después, Monterde pudo igualar gracias a un balón largo a la espalda de la defensa canaria, pero el extremo cruzó en exceso y se marchó a escasos centímetros.
Sin contundencia en las áreasLa reacción de los jugadores de Cuenca fue buena tras el gol. El conjunto de Rober Gutiérrez siguió intentándolo. En el minuto 61, Antonio Fernández entró al campo en lugar de un gris Jairo.
En el ecuador de la segunda mitad, el míster almeriense buscó profundidad y energía, e hizo un triple cambio: Monterde, Pablo Olivares y Sergio Rodríguez dejaron su lugar en el césped a Héctor Rubio, Bema Sina y el debutante Ratinho. Lo que sucedió de inmediato fue un 'milagro' de Bernabéu, que impidió la sentencia tras un disparo a bocajarro. Poco después, fue Etxebe el que ocupó el puesto de Luis Castillo.
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A la Balompédica le costó un mundo hacer ocasiones a partir de ese instante y ni siquiera llegó con claridad al área de un Tenerife que acabó por rematar a los de Cuenca, a solo uno del añadido, con un buen disparo de Salifo al palo corto para el 2-0 final.