Gregorio Prieto y su última exposición en Cuenca

Óscar Martínez Pérez
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Gregorio Prieto y su última exposición en Cuenca

Gregorio Prieto, valdepeñero y pintor de La Mancha, es recordado en Cuenca por muy buenos motivos. A lo largo de los años, los periodistas conquenses asentados en Madrid (Federico Muelas, Florencio Martínez Ruiz, Leandro de la Vega…) entrevistaron y escribieron artículos sobre el pintor manchego que era un poeta metido a pintor, o el pintor que escribía poemas, y que volvió del exilio a Madrid, a su estudio de la calle Serrano y luego General Perón, después de su exilio en tierras británicas.

Prieto, calificado muchas veces como el pintor de los poetas, también fue un genial retratista y paisajista que, como es lógico, no pudo eludir plasmar en sus papeles y lienzos el paisaje pétreo y silvano de Cuenca.

Como a muchos grandes pintores y artistas de gran inteligencia y sensibilidad que quedaron atrapados por el paisaje y la ciudad de Cuenca, sería el gran Federico Muelas quien mostrase nuestra ciudad al pintor y poeta valdepeñero. Muelas reflexionaba, en 1951, en un artículo publicado en Ofensiva, sobre algunos de los pintores que había atraído hacia su mítica Contrebia como los Vázquez Díaz, Benjamín Palencia, Martínez Vázquez y el propio Gregorio Prieto, que además coincidía con el Bardo de Cuenca, al ver el puente de hierro de San Pablo, como una monstruosidad.

Al despuntar los años cincuenta del siglo pasado, Gregorio Prieto, que ya había oído hablar a Federico García Lorca de las bondades y magnitudes del paisaje conquense, se escapó en varias excursiones a la ciudad que dejaron, entre otros, un lienzo con el paisaje de la Hoz del Huécar que en 1957 fue galardonado con una medalla en la localidad de Puertollano. Gregorio Prieto dejó escrito una hermosa nota sobre el paisaje conquense que le mostró Muelas: «La ciudad encantada o ciudad entre cantos, encantada por estar compuesta de gigantescas piedras que sorprenden al visitante y convierten al ser humano en canto petrificado». 

Como anécdota conquense recordamos que los dibujos de los recordatorios entregados a los sacerdotes 'ordenación de menores' en Cuenca los realizó Gregorio Prieto en 1957, año en el que visitó el Hocino de la Anunciación participando en la eterna tertulia de Federico Muelas.

última exposición. Gregorio Prieto solo expuso una vez en Cuenca, y por su expreso deseo quiso que la exposición fuera un homenaje a su querido amigo Federico Muelas. La exposición la organizó la entonces joven y vital Real Academia de la Artes y las Letras de Cuenca, el 25 de noviembre –fecha de la desaparición del Bardo de Cuenca– de 1980.

Se expusieron 33 obras del genial manchego, algunas de ellas con temática conquense, que había pedido que la sala de exposiciones cumpliese con los mínimos requisitos de calidad. La Racal pidió colaboración a la Caja Provincial de Ahorros de la época, que puso todo su empeño en que fuese una exposición y una inauguración del nivel del pintor y escritor, y que tuvo lugar en la nueva sala de exposiciones situada en la Plaza Mayor de Cuenca.

Se editó un sencillo catálogo, además de carteles anunciadores realizados por Gregorio Prieto, que recordó con un breve artículo (Para Federico Muelas, que me hizo ver la ciudad encantada) su amistad y compañía federicoana por nuestra ciudad.