Precaución al volante. Cumplir con las horas de conducción y descanso, supervisar el correcto funcionamiento del tacógrafo, medir el exceso de peso, comprobar los posibles fallos técnicos del vehículo, revisar la seguridad de la carga o la documentación, así como hacer uso del cinturón de seguridad, todo ello, por supuesto, sin estar bajo los efectos del alcohol o drogas, entre otros, son criterios que cualquier conductor debe cumplir.
Y, si no es así, las multas y sanciones no tardarán en llegar. En el peor de los casos, la tragedia se dibujará en el asfalto. Precisamente, en la carretera, una hilera de camiones y autobuses reduce la velocidad al avistar los chalecos reflectantes de la Guardia Civil de Tráfico. Es un nuevo control dentro de la campaña especial de vigilancia de vehículos pesados, una iniciativa conjunta entre la Dirección General de Tráfico (DGT) y la propia Benemérita, que se desarrolló durante la semana pasada.
El capitán jefe del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Cuenca, Juan Carlos Alonso, mientras supervisa el operativo a la salida de Villar de Olalla, explica que «esta campaña tiene como objetivo garantizar la seguridad vial, asegurando que tanto conductores como vehículos cumplen con la normativa». Recuerda que, en estas actuaciones, «vigilamos el consumo de alcohol y drogas, la inspección técnica de los vehículos, los tiempos de conducción y descanso, además del uso de combustible autorizado, entre otras cuestiones», señala. A su lado, Javier Torrijos, jefe accidental de la DGT en Cuenca, detalla que «realizamos alrededor de 12 o 14 campañas de este tipo a lo largo del año». Cada mes se enfoca en diferentes aspectos, «con el objetivo de reducir la siniestralidad y mejorar la seguridad de todos los usuarios de la vía», afirma.
Cerco al infractor - Foto: Reyes MartínezEn concreto, durante el control, los agentes no dudan en detener el paso a los camiones y autobuses. Uno de los conductores, José Ramón Serrano, observa el procedimiento con tranquilidad y reconoce que le parece «muy bien que se hagan porque, a veces, la gente piensa que son para recaudar, pero en realidad nos ayudan a todos a viajar más seguros».
Operación. La campaña, que se enmarca dentro de la operación europea Truck&Bus de la asociación RoadPol, se desarrolla en diferentes tipos de vías y en cualquier momento del día. No solo busca detectar infracciones, sino también crear conciencia en los conductores. «Es fundamental que los profesionales del transporte cumplan con los tiempos de descanso y no manipulen los tacógrafos». Cabe recordar, una vez más, que «la fatiga al volante es un riesgo enorme, no solo para ellos, sino para todos los usuarios de la carretera», explica Alonso.
Hace dos años, en una campaña similar, se inmovilizaron dos camiones en la provincia por infracciones graves. Según los datos de la DGT, las sanciones más comunes están relacionadas con los tiempos de conducción, el exceso de peso y las deficiencias técnicas de los vehículos. El año pasado no se pudo llevar a cabo porque coincidió con las manifestaciones de los agricultores, obligando así a desplazar medios para supervisar las manifestaciones.
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Cerco al infractor - Foto: Reyes Martínez
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A medida que avanzan las inspecciones, los agentes recuerdan que, en caso de detectar irregularidades graves, los vehículos quedan inmovilizados hasta que se cumplan las condiciones necesarias para continuar su trayecto. «No se trata solo de sancionar, sino de evitar accidentes y salvar vidas», sentencia el capitán Alonso.