El Herbalife Gran Canaria venció ayer al Barça Lassa (87-86) en el estreno del Gran Canaria Arena en la Euroliga, un triunfo histórico para el equipo canario ya que es el primero en la máxima competición continental y una derrota dolorosa para un bloque blaugrana que se hundirá en la tabla al encajar otro fracaso en esta segunda jornada de la Fase Regular. 

Se quita los nervios de encima un conjunto amarillo que ya sabe lo que es ganar en la Euroliga, que deja la posición de colista y que sabe que, por lo menos en su feudo, puede pensar en positivo. Por contra, el bloque culé sigue desafinado y sin ganar lejos del Palau Blaugrana, en el que espera entonarse rápido para no perder el hilo. 

El ‘Granca’ fue de menos a más y, si estuvo más tiempo por debajo en el marcador, fue debido a las pérdidas y al poco acierto en los tiros libres. Pero la fe y la insistencia llevaron a desquiciar a un Barça que perdía la calentura en las muñecas de sus jugadores, sobre todo en las de Pangos, que falló el tiro decisivo.