Hallan enterramientos de una iglesia desaparecida en el Casco

Efe
-

Los restos hallados pertenecen a enterramientos en la parroquia de San Juan, ubicada junto a la puerta del mismo nombre, pero que a principios del siglo XX fue derribada y sustituida por un edificio de viviendas.

Hallan enterramientos de una iglesia desaparecida en el Casco - Foto: Reyes Martínez

Las obras de instalación de un ascensor en un edificio del Casco Antiguo de Cuenca han permitido encontrar restos humanos correspondientes a las sepulturas de una antigua parroquia, en la actualidad desaparecida.

Según ha explicado en declaraciones a EFE el arqueólogo Michel Muñoz, encargado de la intervención en la obra civil, los restos hallados pertenecen a enterramientos en la parroquia de San Juan, ubicada junto a la puerta del mismo nombre, pero que a principios del siglo XX fue derribada y sustituida por un edificio de viviendas.

De la parroquia, según Muñoz, solo queda una torre que aún es visible frente al cruce con la calle del Peso.

Para la construcción del ascensor fue necesario realizar un foso, y en una pequeña parcela de apenas metro y medio de lado se encontraron el pasado mes de diciembre los restos humanos de las tumbas que había en el interior del templo.

Muchas de ellas habían sido reutilizadas, según ha explicado el arqueólogo, por lo que se han hallado restos de hasta 22 individuos, que todavía están siendo estudiados.

Ha indicado también que ha sido una intervención asociada a una obra civil, y que no se realizarán nuevas excavaciones mientras no haya otra obra civil que afecte al subsuelo de este edificio.

El responsable en Cuenca de la empresa que realizó la intervención, Alejandro Bermúdez de TK Elevators, ha manifestado que las intervenciones en el Casco Antiguo precisan de un cuidado especial porque, aunque este caso no sea muy frecuente, sí se pueden encontrar imprevistos similares.

En declaraciones a los medios durante la visita a unas obras en la Avenida Virgen de las Angustias de la capital, Bermúdez ha apuntado también que la intervención arqueológica se hizo con celeridad y permitió reanudar las obras en un plazo de menos de dos meses.